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99 nombres de Dios
Información del libro
El encuentro con los nombres de Dios en el islam puede ser hoy de suma importancia. Ocuparse con estos nombres desde una actitud llena de veneración es expresión de una disposición al entendimiento. Y, ¿qué podría ser más necesario hoy que eso? Para el hermano David Steindl-Rast, la riqueza de la existencia comienza cuando descubrimos que, a cada momento, la vida nos es regalada de nuevo en toda su diversidad. En este libro, este místico mundialmente reconocido se aproxima a los «99 bellos nombres», Asma'ul Husna, con los que la tradición islámica circunscribe la esencia de Dios. Tanto los nombres más familiares como los menos conocidos nos invitan a un fascinante viaje de descubrimiento: el que Libera, el que Guarda, el que Abre, el Sutil… En este texto, el autor elucida la significación que adquieren estos atributos divinos en nuestra vida diaria.Los 99 nombres de Dios realiza una indagación poética única sobre un tema espiritual que hasta ahora apenas había recibido atención en el ámbito cristiano. El texto se presenta acompañado de una serie de caligrafías artísticas que han sido creadas expresamente para este libro.
Preguntas frecuentes
Información
1
como el niño con el presente navideño,
de que ¡soy, soy! Y de que te tengo
a ti, hermoso rostro humano.
De este acto de sopesar lo pobre que soy por mí mismo, crece entonces la alegría por el hecho de que el Compasivo colma la pobreza de quienes reconocen su pobreza con sobreabundante riqueza. Esta evidencia nos pone entonces en disposición, es más, nos hace ansiar obsequiar a otros tomando de la plenitud de lo que nos ha sido obsequiado. Tantas veces como llamamos a Dios el Compasivo y somos conscientes de que todo es gracia y compasión, crece en nosotros el deseo de compadecernos de otros y de obrar compasivamente con todos los que necesitan compasión.
2
El corazón de la madre siente, por tanto, el dolor del que acaso el propio hijo apenas todavía es consciente… y sufre. Solo las madres conocen esta clase de compasión. Es como otra especie de dolores de parto. Igual que los primeros dolores una vez le obsequiaron al hijo la vida, así ahora esta compasión quiere obsequiarle al hombre la plenitud de vida. Los ojos de la madre lucen con luz alentadora, una luz que infunde más valor de lo que podrían hacerlo las meras palabras de ánimo.
Sucede lo mismo con la mirada maternal de Dios: no embellece nada, pero tampoco lo juzga. Me anima y crea un espacio para que yo pueda crecer en él: un espacio en el que todo lo que todavía no es bueno puede desenvolverse plenamente en lo bueno. Solo el Misericordioso consigue que mi corazón pueda florecer así.
3
El título de rey es símbolo de la autoridad suprema en el sistema de poder cuyos fundamentos amenazan con destruir nuestro mundo. Por este segundo motivo es aún más peligroso dar a Dios el nombre de REY. Si lo hacemos sin pensar, entonces con demasiada facilidad nos volvemos insensibles a la contradicción que existe entre dos sistemas de poder, el regio y el divino. Pero la contradicción entre ambos es absoluta.
El sistema de poder del que procede el nombre de Dios REY, hoy en día lo conocemos demasiado bien por la experiencia cotidiana dondequiera que vivamos en este mundo. Es la pirámide de poder de nuestra sociedad, consistente en innumerables pirámides de poder más pequeñas del mismo tipo. Todas ellas se caracterizan por la violencia, la rivalidad, la opresión y la explotación. Quienquiera que ocupe la cúspide, ese es rey.
Pero, a diferencia de esto, ¿de qué conocemos el ejercicio divino del poder? Lo adivinamos por el orden del universo y por la acción del Gran Misterio, al que en la naturaleza llamamos Dios. Ahí encontramos, en lugar de una pirámide de poder, una red de redes; en lugar de violencia, una conspiración en beneficio del conjunto. También aquello que, en un primer momento, nos puede parecer una competición brutal se integra con el todo y contribuye a un equilibrio armónico. En vez de rivalidad y opresión, encontramos un recíproco dar y tomar, y en lugar de explotación, compartición. En el universo, Dios es REY en el sentido de un poder ordenador que todo lo vivifica. Pero no podemos de ningún modo borrar la diferencia entre estas dos formas de poder.
O Dios es REY o lo son los podero...
Índice
- Cubierta
- Portada
- Créditos
- Introducción
- 99 nombres de Dios
- ÉL deja que se lo contemple en los signos de la escritura
- Índice de los poemas citados
- Índice
- Autores
- Información adicional