El ser y hacer del coach

Perspectivas de veintiocho master coaches

Damián Goldvarg, Ana Luisa Escalante, Norma Perel

• Editorial: Granica
• Año: 2022
• ISBN:
  9789878935294
• Categoría: Business
• Categoría: Management

En la medida en que la práctica del Coaching profesional sigue creciendo a nivel mundial, es nece­sario continuar revisando estándares para asegurar que el trabajo de los coaches esté alineado con los patrones requeridos por las nuevas necesidades del mundo labo­ral. Este libro fue escrito por veintiocho master coaches de América Latina y de España, con el objetivo de compartir experiencias e interpretaciones de las competen­cias de Coaching, según el nuevo encuadre de la Fede­ración Internacional de Coaching (ICF).La obra va dirigida tanto a coaches como a formadores, estudiantes de Coaching, mentor coaches, supervisores, pro­fesionales de Recursos Humanos y líderes interesados en el tema. Su objetivo consiste en profundizar en estas competen­cias desde la perspectiva y experiencia de los miembros de la Red de Master Coaches de Latinoamérica y España, fundada por Damian Goldvarg y por Ana Luisa Escalante en 2019. Los capítu­los aportan ejercicios, cuestionarios y ejemplos, así como también nuevas perspectivas capaces de ampliar las habilidades del lector.

Capítulo 1

Demuestra Práctica Ética

Adriana Vásquez - Lidia Muradep - Paz Zagal - Mary Carmen Castro

La ética no es otra cosa que la veneración a la vida.

Albert Schweitzer

El presente capítulo pretende ampliar la comprensión de la competencia Demuestra Práctica Ética, que es la primera del grupo Cimientos, descrita en el Modelo de Competencias Clave de la ICF.

Las páginas siguientes contienen una idea general del concepto de ética, y un breve repaso de la historia y la evolución de los códigos de ética profesionales. Se plantean, además, los principales conceptos y definiciones establecidos para su funcionamiento, la importancia de su utilización y seguimiento en el ámbito profesional, hasta llegar a la introducción del Código de Ética de la ICF. A continuación, definimos qué es la competencia y explicamos sus siete indicadores con ejemplos o situaciones que permiten ilustrar algunos de ellos. Por último, se incluye una reflexión, que tiene la finalidad de ampliar la mirada hacia una visión futura de la ética de la profesión del Coaching y su responsabilidad en un porvenir compartido como humanidad.

La ética y los códigos

La Ética es la parte de la Filosofía que habla sobre las normas morales que rigen nuestra conducta. Es de suma importancia definir reglas concretas de acuerdo con el ámbito en el que se aplicarán, para fomentar un comportamiento ético y favorable en cada uno de los campos de la actividad humana (profesional, laboral, familiar, social).

En la práctica profesional, este conjunto de principios de conducta se encuentra respaldado por un marco teórico y se conoce como código de ética. Este código debe apoyarse en la deontología (rama de la ética que estudia los deberes que rigen una actividad profesional), y trazar el conjunto de normas que se respetarán para regular la conducta de los profesionales de un área. Las normas definidas, generalmente, tienen un carácter obligatorio, por eso, su incumplimiento puede llevar a sanciones, que no necesariamente significan castigos legales.

Este marco normativo, que regula las conductas, se basa en los valores que fueron establecidos como parte de un mismo contexto y de la misión de la organización. Da lineamientos para actuar, y establece los compromisos, los medios para una comunicación asertiva y los fundamentos sobre los que se trabajará para resolver conflictos entre los involucrados.

Es decir, el código de ética funciona como una guía para la gestión del trabajo, para establecer estrategias y tomar decisiones; todo esto en coherencia con los lineamientos –tanto internos como externos– de una comunidad. Un código de ética adecuado ayuda a generar comportamientos positivos, reduce los conflictos y protege el profesionalismo del grupo.

Sin lugar a dudas, un código de ética apropiado genera un estado de confianza y seguridad, que reduce los actos poco éticos e irresponsables, y establece una serie de expectativas positivas en la relación con la comunidad, e incluso con el entorno.

Principios básicos de un código de ética profesional

Aunque cada código es distinto, existen algunos principios básicos que deben cumplirse en todos:

• Respeto por los derechos y la dignidad

Cada persona debe mostrar respeto por la diversidad, así como por los Derechos Humanos y su cumplimiento en el espectro social.

• Competencias y aptitudes

El profesional debe tener claros los umbrales (alcances y límites) de su oficio y solo debe intervenir en las áreas para las que está capacitado.

• Compromiso profesional

Todo profesional debe ser consciente de su posición y del desarrollo de sus deberes y conocimientos, con el fin de aplicarlos correctamente, y entendiendo que de sus saberes dependen clientes, usuarios, organizaciones y su propio desarrollo o emprendimiento, sin olvidar que parte de su compromiso profesional incluye la responsabilidad de mantener actualizados los conocimientos adquiridos.

• Integridad

Está conformada por los principios de honestidad, justicia, rectitud y respeto; que resultan básicos en las interacciones humanas y sociales. También incluye el secreto profesional, cuando aplica. Un actuar integral garantiza el correcto ejercicio del deber.

• Responsabilidad social

Toda organización y todo profesional deben considerar que ayudan a otros por medio de la prestación de sus servicios y según la manera en la que cumplan con sus funciones, y que esto debe conllevar la finalidad de generar efectos positivos en la sociedad. Tener un marcado sentido de interés social coadyuva al bienestar y al desarrollo de la comunidad.

Los códigos de ética institucionales y el Código de Ética de la International Coaching Federation (ICF)

Se cuenta que el primer código de ética institucional fue el elaborado en la segunda década del siglo xx por Melvin Jones, para el Houston Lions Club. Antes de su elaboración, Jones habría hecho un estudio exhaustivo de los códigos de conducta o morales que existían en la historia de la humanidad, desde los Mandamientos de Moisés y los pensamientos de Hammurabi de Babilonia (a. C.), hasta el Código de Justiniano y el Código de Napoleón. Después de su escritura y de diversas revisiones legales, la versión final del cuerpo normativo elaborado por Melvin Jones fue aprobada en el mes de agosto de 1918, durante la Convención de St. Louis, Estados Unidos; y se dice que permanece inalterable desde entonces. A partir de aquella fecha, muchos colegios de profesionales (por ejemplo, el Colegio de Médicos, el de Periodistas y el de Abogados, entre otros) crearon su propio código de ética.

De la misma manera, la International Coaching Federation (ICF) se dio a la tarea de desarrollar un Código de Ética que permita enfrentar las nuevas tendencias y necesidades vinculadas con el avance alcanzado por la profesión. El resultado de este trabajo, que se aprobó y adoptó por la Junta Directiva de la ICF Global y tuvo varias versiones, describe los valores fundamentales, los principios y estándares de comportamiento para todos los profesionales acreditados por la Federación.

Este Código tiene entre sus objetivos mantener la integridad de la ICF y de la profesión del Coaching a nivel global. Además, busca guiar la reflexión y la toma de decisiones éticas, al mismo tiempo que acompañar la adecuada profesionalización y capacitación ética de los profesionales en sus diferentes roles: como coach, supervisor, mentor, entrenador o estudiante coach en entrenamiento. El código establece que, aunque la aplicación de un proceso de revisión de conducta ética es principalmente para los profesionales acreditados por la ICF, el personal de apoyo de esta organización también está comprometido con las normas y las leyes éticas establecidas en él.

Todas las normas, reglas y conductas establecidas en estos apartados, que se basan en los valores fundamentales que sustentan a la ICF, deben regir las acciones que se derivan de las interacciones de Coaching. Estos valores son aspiracionales y deben usarse como una forma de comprender e interpretar la conducta que se espera de todos los profesionales acreditados por la ICF en su actividad normal, y también cuando se enfrenten con desafíos o situaciones que requieran respuestas o resolución de problemas o dilemas éticos.

Indicadores de la competencia

La ICF define esta competencia como la habilidad que permite que el coach entienda y aplique constantemente la ética de Coaching y los estándares de la profesión.

Existen siete indicadores que permiten evaluar si el coach está cumpliendo y desarrollando adecuadamente esta competencia clave. A continuación, se explica cada uno de ellos.

1. Demuestra integridad personal y honestidad en interacciones con clientes, patrocinadores y las partes interesadas relevantes

Este indicador se centra en la voluntad de hacer lo correcto. La integridad hace referencia tanto a la intención como a la acción que procura –de cualquier forma– tener un impacto positivo en sí mismo y en los otros, evitando afectar de manera negativa a ninguna de las partes involucradas en las diferentes formas de relación de los coaches con otras personas e instancias con quienes se relacionan. La honestidad, por otro lado, “es uno de los componentes esenciales de la integridad y se basa en expresar si...

Índice

• Sobre este libro
• Agradecimientos
• Introducción
• Los ocho equipos
• La maestría en Coaching
• Capítulo 1
• Capítulo 2
• Capítulo 3
• Capítulo 4
• Capítulo 5
• Capítulo 6
• Capítulo 7
• Capítulo 8
• Reflexiones finales
• Apéndices
• Modelo de Competencias Clave ICF actualizado
• Código de Ética de ICF
• Sobre el autor y las autoras