CAPÍTULO IV
SISTEMA ESCOLAR Y DESARROLLO DE LA SOCIEDAD
OBJETIVO
El propósito de este capítulo es analizar las problemáticas educativas poniendo el foco principalmente en Chile y las naciones que integran la región Latinoamérica y el Caribe, en lo que respecta a la educación institucionalizada y su efectividad en términos del aporte al desarrollo integral de las sociedades. En dicho escenario, dos factores resultan ser gravitantes. Uno, la calidad de la educación impartida en las unidades escolares y el otro la equidad con que opera el sistema de educación, entendiendo por tal el referido a la enseñanza de niña/os y jóvenes.
Se analizan principalmente las siguientes temáticas:
• Modernización y modernidad en las sociedades y su concretización en el sistema educacional
• Calidad y equidad de la educación escolarizada y desarrollo integral de la sociedad
• Antecedentes y efectividad del sistema escolar en Chile y en el resto de la región, Latinoamérica y el Caribe
4.1. DESARROLLO SOCIOECONÓMICO. MODERNIZACIÓN, MODERNIDAD Y SU CONCRETIZACIÓN EN EL SISTEMA EDUCACIONAL
Iniciando el análisis de esta importante temática, en primer lugar señalaremos que la modernización y la modernidad son fenómenos sociales complejos ya que comprenden factores de diversa naturaleza. Ambos se encuentran estrechamente vinculados, aun cuando no necesariamente tienen su origen en las mismas causas, ni generan efectos similares.
Con el propósito de realizar un análisis detenido sobre la modernización y la modernidad se han revisado trabajos de científicos sociales contemporáneos, constituyendo sus planteamientos referentes teóricos importantes. Las conceptualizaciones revisadas manifiestan la existencia de diversos enfoques, tanto en cuanto a la esencia de cada proceso, como a las semejanzas y diferencias existentes entre ambos.
Una primera diferencia, se establece desde la perspectiva histórica. Lo que se ha denominado modernidad escasamente ha sido objeto de estudio científico en el pasado, siendo su análisis más reciente que el realizado sobre la modernización, la que ha constituido un tema de reflexión frecuente, al menos, desde hace un par de siglos.
En cuanto a este último proceso y con el propósito de analizar su relación con el desarrollo societal es pertinente recurrir a David Apter (1970), quien considera que ambos procesos se vinculan entre sí, incorporando un nuevo elemento: la industrialización. Según el autor son fenómenos que pueden ser colocados en un orden descendente de generalidad. El desarrollo es el más general y resulta de la proliferación e integración de roles funcionales en una comunidad; la modernización constituye un caso particular de desarrollo; y la industrialización es un aspecto especial de esta que puede ser definido como el período de una sociedad en que los roles funcionales estratégicos están vinculados a la manufactura. por lo tanto, se puede producir modernización sin industrialización, pero no viceversa.
Se podría encontrar a manera de ejemplo, un acercamiento a esta situación en países donde habiéndose generado una espectacular y esporádica mejora de las condiciones de vida, debido a causas relativamente fortuitas –tales como el aumento del valor de la materia prima de exportación–, ello no ha guardado relación con un desarrollo industrial. Luego, se ha producido la modernización y no así la industrialización. Un ejemplo es el caso de Venezuela en la década del 70, cuando el valor del petróleo llegó a cifras históricamente altas.
Siguiendo con el análisis, revisemos la posición de otro importante cientista social, Luis Costa pinto (1969) quien establece diferencias entre los procesos de desarrollo y de modernización, entendiendo por el último (desde el referente de una sociedad con estructura colonial) una forma de vida típica de sociedades avanzadas asumida por aquellas que aún no han logrado este nivel, sin que esto conlleve un cambio significativo de la estructura económica y social. En cambio, para él necesariamente el desarrollo supone la existencia de cambios estructurales significativos. Este autor opina que en una sociedad con estructura colonial, por algún tiempo podría existir modernización, pero en ningún caso, desarrollo.
Ahora bien, respecto a los paradigmas teóricos aplicados a estos fenómenos, sobre la modernización existen diferentes enfoques siendo uno fundamentalmente de corte más psicológico y otro más sociológico. El primero enfatiza las condiciones de tipo psicosocial referidas a la modernización, predominando, en quienes lo asumen, los análisis centrados en el cambio de personalidad o de actitudes de los sujetos participantes en la red de relaciones interpersonales. Entre los representantes de este enfoque se encuentran Lerner, Mc Clelland y Banfield.
Por otra parte, la postura más sociológica enfatiza la importancia de la modernización de la sociedad a partir de la puesta en marcha desde el macrosistema de políticas, estrategias, incentivos y oportunidades para los sujetos con el fin de lograr la satisfacción de sus necesidades. Corresponde este planteamiento a los análisis centrados en las características de la estructura social y la relación con el proceso de industrialización, con el sistema ocupacional, con el sistema educativo, con la organización política, etc. Con este enfoque se ha estado trabajando durante los últimos años en CEpAL y otros organismos internacionales tal como UNESCO.
Otro autor que ha profundizado en esta temática es peter Heintz (1970), quién analiza la modernización considerando que implica una autonomía externa relativamente fuerte en el campo de la interacción económica. Su planteamiento es bastante concordante con lo señalado por el informe CEpAL-UNESCO (1992), documento en el que se expresa que las naciones deben ser suficientemente competitivas para poder incorporarse con éxito a la economía mundial. En este informe, uno de los primeros trabajos en que se plantea el tema de la globalización, se insiste en la necesidad de que las sociedades se incorporen al proceso de globalización de la economía, lo cual necesariamente implica, en forma previa, la modernización de las mismas.
Daniel Lerner (1958), es un cientista social para quién la modernización constituye un fenómeno que ha dado lugar a la sociedad participante. Un concepto acuñado por Lerner es el de movilidad psíquica la que, junto con la movilidad física y social, se vincula a la modernización. por movilidad psíquica entiende la capacidad del individuo para adaptarse a situaciones nuevas. Se podría afirmar que dicha aptitud se presenta mayormente en los sujetos más desarrollados que en otros que son más reacios al cambio.
Es importante el planteamiento de Antonio Lucas respecto a las diferentes tendencias existentes en el proceso de modernización. presenta una comparación entre la sociedad tradicional, la sociedad industrial y la que denomina sociedad de la información, la cual corresponde al estadio más avanzado de desarrollo. Entre las variables que somete a comparación están las que a continuación se presentan.
TABLA Nº 3. TENDENCIAS EN EL PROCESO DE MODERNIZACIÓN
| SOCIEDAD TRADICIONAL | SOCIEDAD INDUSTRIAL | SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN |
Educación | Minoritaria | Generalizada | Especializada |
Trabajo | Aislado/Colectivo | Individual/en grupo | En red |
Comunicación | personal | Mediada/Colectiva | Global |
Organización | Afectiva | Burocrática | Desregulada |
Fuente: Antonio Lucas (1997, p. 66).
De lo expuesto en la tabla se deduce la importancia que para el desarrollo de las organizaciones tiene la institucionalización del principio de participación, que se manifiesta preferentemente en la realización de tareas en equipos de trabajo y en la estructuración de amplias redes de comunicación, las que permiten que la información fluya multidireccionalmente, facilitada por una gestión flexible y lo menos regulada posible.
También ha trabajado el tema de la modernización Juan Casassus quien, refiriéndose a la situación en América Latina, expresa:
“Una dimensión de la frustración de la modernización en la región parece ser la incoherencia cultural de dichos esfuerzos que resultan de la superposición de una cultura de tipo tradicional, elitista y oligárquica, a una economía moderna, cuyo funcionamiento supone una cultura integrada y participativa”. (1992, p. 37)
Casassus señala que el proceso de modernización:
“…se caracteriza por el predominio de la racionalidad instrumental, que es eminentemente económica y administrativa en el funcionamiento de las sociedades, en desmedro de una racionalidad normativa que se refiere a las relaciones sociales y está orientada a los valores”. (1992, p. 34)
Incorporando al...