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Redención
Información del libro
«La subterránea corriente de verdad y clarividencia que atraviesa este poemario de celebración de la vida frente al duelo es, sencillamente, magistral. Hacía tiempo que la poesía de David Refoyoera necesaria. Ahora, imprescindible» (Agustín Fernández Mallo).
Se llamaba Jero. Tenía veinte años. Murió en accidente de tráfico un día de verano. Estos poemas abordan su historia, o más bien la de quienes permanecieron tras su pérdida, en la voz —en los poemas— de uno de sus amigos más cercanos. Y sin embargo Redención no se entiende como libro de duelo, como despedida o como planto, sino que apuesta por todo lo contrario: contar la vida. Contar la vida en toda su amplitud, en los detalles cotidianos sobre los que se sustenta el recuerdo, y contar la vida desde la responsabilidad de que el lenguaje crea y recrea: que fija la memoria, y la consuela.
Redención habla sobre lo que ocurrió y lo que no llegó a ocurrir. Plantea hipótesis, escenarios alternativos para ese día y para los que siguieron. La vida es lo que importa a David Refoyo, que indaga poemario tras poemario en los mecanismos que construyen el presente: la disección de la identidad global desde el lenguaje publicitario en Odio, la tensión entre lo humano y lo tecnológico en amor.txt, la posibilidad de una genealogía propia —vital y cultural— en Donde la ebriedad. Redención aclara su lenguaje, lo baja al suelo con manchas y aspereza, responde a esas «viejas preguntas» que encantaban a Anne Carson.
Preguntas frecuentes
Información
Índice
- Portada
- Moriste un siete de julio…
- Camino por el arcén…
- Un pastor anónimo…
- Recuerdo tus palabras ilusionantes…
- Quien anhela…
- Seis mil pesetas por noche…
- Creíamos que la noche…
- La noticia nos sorprendió…
- La muerte era algo lejano…
- Dieciocho años imaginando…
- Ahora tengo treinta y cuatro años…
- No hay salvación posible en la poesía…
- Han pasado dieciocho años…
- Pueden mis manos desfigurar…
- ¿Alguien te nombró…
- I could die for you…
- Prometiste enseñarme a tocar…
- Según las noticias…
- No quise volver a casa…
- Quién eliminó la muerte…
- El pueblo donde vivías con tus padres…
- Cada vez que paso…
- Vivimos en el Oeste…
- Mi madre se sentó en el borde…
- Un pueblo es un pueblo…
- Los muertos que no se terminan…
- Los dedos de tu hijo…
- La honra no cabe…
- Naciste para ser el indio…
- El kalimotxo resultó inútil…
- Tu scooter amarilla…
- I could die for you…
- Con once años sufrí un accidente…
- ¿Y una familia?...
- Mis padres me miraban…
- Los compañeros del instituto…
- Quise pintar tu rostro…
- No fui, no…
- Estar es un verbo oscilante…
- Caronte llamándonos…
- Tus ojos me miraron…
- Han pasado dieciocho años…
- Olvidamos la clase de inglés…
- Si un día muero…
- Brindé por ti mientras todos lloraban…
- La caja llevada por tu padre y por tus primos…
- Marcados por la sequía y el girasol…
- Saqué el billete para la universidad…
- La memoria engaña…
- He recorrido las calles de este pueblo…
- El sol rudo de marzo…
- Entrégame la paz…
- Convertiste este pueblo…
- A veces camino hasta Las Islas…
- No te nombran…
- Tendrás siempre veinte años…
- Tu muerte lastró las relaciones…
- Limpiaba cristales en la empresa familiar…
- Mi abuelo murió cuando tenía doce…
- Te habría gustado mi Yamaha Pacífica…
- Dije tu nombre una vez…
- Cerró tu bar favorito…
- Repetimos los acordes mil veces…
- El pueblo se sumergió en el olvido…
- Las máquinas arrasaron…
- El dique de hormigón…
- Que todo acabe en un hoyo…
- Si digo muerte apareces…
- Notas
- Créditos