Cuatro puntos de vista sobre la Santa Cena
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Cuatro puntos de vista sobre la Santa Cena

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Cuatro puntos de vista sobre la Santa Cena

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Índice
Citas

Información del libro

¿Quién debe participar de la cena del Señor? ¿Con qué frecuencia debemos observarla? ¿Qué significa esta comida? ¿Qué pasa cuando comemos el pan y bebemos la copa? ¿En qué discrepan los cristianos y qué sostienen en común? Estas y otras preguntas se exploran en este inspirador libro.Este nuevo volumen de Puntos de vista: Iglesia cristiana permite a cuatro colaboradores presentar sus argumentos sobre los siguientes puntos de vista: •Punto de vista bautista (memorialista)•Punto de vista reformado (presencia espiritual)•Punto de vista luterano (consubstanciación)•Punto de vista católico romano (transubstanciación)Cada punto de vista lo presenta un ponente, entonces se critica y defiende en un diálogo con los demás colaboradores. Conozca la fuerza y debilidad de estos puntos de vista y haga sus propias conclusiones. El libro incluye varios apéndices, así como preguntas para la discusión de cada capítulo a fin de facilitar su uso en un grupo pequeño.

Preguntas frecuentes

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Información

Editorial
Vida
Año
2010
ISBN
9780829782318

APÉNDICE 1:
DECLARACIONES SOBRE LA CENA DEL SEÑOR EN CREDOS, CONFESIONES Y CATECISMOS

LA DIDAQUÉ

Con relación a la Eucaristía, da gracias de esta manera:
Primero sobre la copa:
Te damos gracias, Padre nuestro,
por la santa viña de David tu siervo,
la que nos diste a conocer a nosotros por medio de Jesús, tu siervo.
A Ti la gloria por los siglos.
Luego sobre el trozo de pan:
Te damos gracias, Padre nuestro,
por la vida y el conocimiento,
que nos diste a conocer por medio de Jesús tu siervo.
A Ti la gloria por los siglos.
Como este fragmento estaba disperso sobre los montes,
y reunido se hizo uno,
así sea reunida tu Iglesia
de los confines de la tierra en tu reino.
Porque tuya es la gloria y el poder,
por Jesucristo, por siempre.
Que nadie coma ni beba de vuestra comida de acción de gracias,
sino los bautizados en el nombre del Señor,
pues sobre esto dijo el Señor:
No deis lo que es santo a los perros.
Después de saciaros, [por la comida] da gracias así:
Te damos gracias, Padre Santo,
por tu santo nombre
que hiciste morar en nuestros corazones,
y por el conocimiento, la fe y la inmortalidad
que nos has dado a conocer por medio de Jesús, tu Hijo,
para El sea la gloria por siempre.
Tú, Señor omnipotente, creaste todas las cosas
por causa de tu nombre,
y diste a los hombres alimento y bebida para su disfrute,
para que te dieran gracias.
Mas a nosotros nos hiciste el don de
un alimento y una bebida espiritual y de la vida eterna
por medio de tu Hijo.
Por sobre todo, te agradecemos
que nos puedas salvar;
para El sea la gloria por siempre.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia,
para librarla de todo mal
y hacerla perfecta en tu caridad,
y congrégala desde los cuatro vientos,
santificada, en tu reino
que le has preparado.
Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos.
Has que venga la gracia,
y deja que pase este mundo.
Hosanna al Hijo de David.
Si alguien es santo, déjalo venir a la Eucaristía;
si no lo es, déjalo que se arrepienta.
Ven Señor ¡[maranata]! ¡Amén!

LA CONFESIÓN DE AUGSBURGO (1530; LUTERANA)

Artículo 10

En cuanto a la Santa Cena del Señor, enseñamos que el verdadero cuerpo y la verdadera sangre de Cristo están realmente presentes, distribuidas y recibidas en la Cena bajo las especies del pan y del vino. Rechazamos pues la doctrina contraria.

PEQUEÑO CATECISMO DE LUTERO (1529): CON EXPLICACIONES (ST. LOUIS, MO.: CONCORDIA, 1991)

Sacramento del Altar

1. La Naturaleza del Sacramento del Altar

P. ¿Qué es el Sacramento del Altar?
R. Es el verdadero cuerpo y la verdadera sangre de nuestro Señor Jesucristo bajo el pan y el vino, instituido por Cristo mismo, para que los cristianos lo comamos y bebamos.
P. 285. ¿Qué otros nombres hay para el sacramento del altar?
R. Este sacramento se llama también la Cena del Señor, la Mesa del Señor, Santa Comunión, la Partición del Pan, y la Eucaristía.
P. 286. ¿Quién instituyó el sacramento del altar?
R. Jesucristo, quien es verdadero Dios y verdadero hombre, instituyó este sacramento.
P. 287. ¿Qué nos da Cristo en este sacramento?
R. En este sacramento Cristo nos da su propio cuerpo y sangre verdaderos para el perdón de los pecados.
P. 288. ¿Cómo la Biblia pone en claro que estas palabras de Cristo no son lenguaje figurado?
R. Las palabras de Cristo en el sacramento deben ser tomadas de acuerdo a su significado literal, especialmente porque (1) estas palabras son las palabras de un testamento, y aun la última voluntad y el testamento de una persona ordinaria no se deben cambiar una vez que esa persona ha muerto; (2) La Palabra de Dios claramente enseña que en el sacramento el pan y el vino son una comunión o participación en el cuerpo y la sangre de Cristo; (3) La Palabra de Dios claramente enseña que aquellos que hagan un mal uso del sacramento pecan, no contra el pan y el vino, sino contra el cuerpo y la sangre de Cristo.
P. 289. ¿Cuáles son los elementos visibles en el sacramento?
R. Los elementos visibles son el pan y el vino.
P. 290. ¿Reemplazan el cuerpo y la sangre de Cristo en el sacramento el pan y el vino, de manera que el pan y el vino ya no están allí?
R. No, el pan y el vino permanecen en el sacramento.
P. 291. ¿Entonces cómo son el pan y el vino en el sacramento el cuerpo y la sangre de Cristo?
R. El pan y el vino en el sacramento son el cuerpo y la sangre de Cristo por medio de la unión sacramental. Por el poder de su palabra, Cristo da su cuerpo y sangre en, con, y bajo el pan (consagrado) y el vino.
P. 292. ¿Reciben todos los comulgantes el cuerpo y la sangre de Cristo en el sacramento, ya sea que crean o no?
R. Sí, porque el sacramento depende de la palabra de Cristo, no de nuestra fe.
P. 293. ¿Se sacrifican de nuevo a Dios en el sacramento el cuerpo y la sangre de Cristo por los pecados de los vivos y los muertos?
R. No, el cuerpo y la sangre de Cristo en el sacramento son el único perfecto sacrificio ofrecido a Dios de una vez por todas sobre la cruz y ahora se nos distribuyen en el sacramento junto con todas las bendiciones y beneficios que este sacrificio ha ganado para nosotros.
Nota: Hablamos del «sacramento del altar» porque un altar es un lugar de sacrificio. Jesús sacrificó su cuerpo y sangre sobre la cruz por los pecados del mundo de una vez por todas. En el sacramento del altar, él distribuye este mismo cuerpo y sangre hasta el fin de los tiempos.
P. 294. ¿Qué ordena Cristo cuando dice: «Hagan esto en memoria de mí»?
R. Cristo ordena en estas palabras que su sacramento se celebre en la iglesia hasta el fin de los tiempos como una viva proclamación y distribución de su muerte salvadora en todas sus bendiciones.
P. 295. ¿Por qué debemos recibir a menudo el Sacramento?
R. Debemos recibir el sacramento a menudo porque (1) Cristo nos ordena, o nos invita con urgencia, diciendo: «Hagan esto en memoria de mí»; (2) sus palabras: «Dado y derramada por ustedes para el perdón de los pecados» nos prometen y ofrecen grandes bendiciones; (3) necesitamos el perdón para nuestros pecados y la fortaleza para una vida nueva y santa.
Nota: En el Nuevo Testamento, el sacramento era una actividad regular y principal de la adoración congregacional, no un extra ocasional (Hechos 2:42; 20:7; 1 Corintios 11:20, 33). En tiempos de la Reforma nuestras iglesias celebraban el sacramento «cada domingo y en otras festividades» (Apología XXIV 1).

2. El beneficio del Sacramento del Altar

P. ¿Cuál es el beneficio de esta comida y bebida?
R. Los beneficios los indican estas palabras: «por vosotros dado» y «por vosotros derramada para perdón de los pecados». Es decir, por estas palabras se nos da en el Sacramento perdón de pecados, vida y salvación. Porque donde hay perdón de pecados, hay también vida y salvación.
P. 296 ¿Cuál es el beneficio del sacramento ofrecido en este sacramento?
R. (1) El beneficio principal del sacramento es el perdón de los pecados que el cuerpo y la sangre de Cristo han ganado para nosotros sobre la cruz. (La Cena del Señor es un medio de gracia.) (2) Junto con el perdón, Dios da todas las otras bendiciones también, esto es, «vida y salvación». (3) En el sacramento Cristo da la victoria sobre el pecado y el infierno y fortaleza para la nueva vida en él. (4) Cuando los cristianos participan juntos de este sacramento, hacen solemne confesión pública de Cristo y de unidad en la verdad de su evangelio.

3. El poder del Sacramento del Altar

P. ¿Cómo puede el comer y beber corporal hacer una cosa tan grande?
R. Ciertamente, el comer y beber no es lo que la hace, sino las palabras que están aquí escritas: «Por vosotros dado» y «por vosotros derramada para perdón de los pecados». Estas palabras son, junto con el comer y beber corporal, lo principal en el sacramento. Y el que cree dichas palabras, tiene lo que ellas dicen y expresan; esto es: «el perdón de los pecados».
P. 297. ¿Cómo se puede obtener el perdón, la vida y la salvación a través del comer y el beber corporal?
R. No simplemente el comer y el beber, sino las palabras de Cristo junto con su cuerpo y su sangre bajo el pan y el vino son el camino a través del cuál se dan estas bendiciones. Las palabras de la promesa de Cristo han puesto estos dones en el sacramento, y los creyentes las reciben allí a través de la fe.
P. 298. ¿Todo el mundo que coma y tome el sacramento recibe también el perdón, la vida y la salvación?
R. Perdón, vida, y salvación se ofrecen verdaderamente a todos quienes comen el cuerpo y beben la sangre del Señor en el sacramento, pero sólo por medio de la fe podemos recibir las bendiciones ofrecidos allí.

4. ¿Cómo recibir este Sacramento dignamente?

P. ¿Quién recibe este Sacramento dignamente?
R. El ayunar y prepararse corporalmente es, por cierto, una buena disciplina externa; pero verdaderamente digno y bien preparado es aquel que tiene fe en las palabras: «por vosotros dado» y «por vosotros derramada para perdón de los pecados». Mas el que no cree estas palabras o duda de ellas, no es digno, ni está preparado; porque las palabras «por vosotros» exigen corazones enteramente creyentes.
P. 299 ¿Por qué es importante recibir dignamente este sacra-mento?
R. Esto es muy importante porque San Pablo enseña claramente: «Cualquiera que coma del Señor de manera indigna, será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor. Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber la copa. Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condena» (1 Co 11:27-29).
P. 300. ¿Es necesario ayunar antes de recibir el sacramento?
R. El ayuno puede ser un buen entrenamiento para la voluntad, pero Dios no ordena momentos, lugares ni formas particulares para esto.
P. 301. ¿Cuándo recibimos el sacramento dignamente?
R. Lo recibimos dignamente cuando tenemos fe en Cristo y sus palabras: «por vosotros dado» y «por vosotros derramada para perdón de los pecados».
P. 302. ¿Cuándo una persona es indigna o no está preparada?
R. Un persona es indigna o no está preparada cuando él o ella no cree o duda de las palabras de Cristo, porque las palabras «por vosotros» exigen corazones enteramente creyentes.
P. 303. ¿Cómo debemos examinarnos a nosotros mismos antes de recibir el sacramento?
R. Debemos examinarnos a nosotros mismos para ver si (1) estamos apenados por nuestros pecados; (2) creemos en nuestro Salvador Jesucristo y en sus palabras en el sacramento; (3) planeamos, con la ayuda del Espíritu Santo, cambiar nuestras vidas pecaminosas.
P. 304. ¿Deben venir a la Mesa del Señor aquellos que son débiles en la fe?
R. Sí, porque Cristo instituyó el sacramento precisamente para fortalecer y aumentar nuestra fe.
P. 305. ¿A quiénes no se les debe dar el sacramento?
R. No se le debe dar el sacramento a los siguientes: (1) a aquellos que son abiertamente impíos y no están arrepentidos, incluyendo a aquellos que toman parte en cultos religiosos no cristianos; (2) a aquellos que no quieren perdonar, y rehúsan reconciliarse. Así muestran que no creen realmente que Dios los perdona a ellos tampoco; (3) a aquellos de una confesión de fe diferente, pues la Cena del Señor es un testimonio de unidad de fe; (4) a aquellos que no son capaces de examinarse a sí mismos, tales como los infantes, personas que no hayan recibido una instrucción apropiada, o los inconscientes. Nota: Los pastores y mayordomos de los misterios de Dios (1 Co 4:1) tienen una gran responsabilidad sobre quién debe ser admitido al sacramento. Algo de la responsabilidad también descansa sobre la congregación y el comulgante.
P. 306. ¿Qué es la confirmación?
R. La confirmación es una ceremonia pública de la Iglesia prece-dida por un período de instrucción destinado a ayudar al cristiano bautizado a identificarse con la vida y misión de la comunidad cristiana.
Nota: Antes de la admisión a la Cena del Señor, es necesario ser instruido en la fe cristiana (1 Co 11:28). La ceremonia de la confirmación provee una oportunidad para el cristiano individual, que descansa en la promesa de Dios dada en el santo bautismo, para hacer una confesión personal pública de fe y una promesa de fidelidad de por vida a Cristo.

LA CONFESIÓN FRANCESA DE FE (1559; PREPARADA POR JUAN CALVINO)

Artículo XXXVI

Confesamos que la Cena del Señor, que es el segundo sacramento, es un testigo de la unión que tenemos con Cristo, puesto que él no solo murió y resucitó por nosotros una vez, sino que también nos alimenta y nutre verdaderamente con su carne y su sangre, de manera que seamos uno en él, y que nuestra vida pueda ser común. Aunque que el está en el cielo hasta que venga a juzgar toda la tierra, todavía creemos que por el secreto e incomprensible poder de su Espíritu él nos alimenta y fortalece con la substancia de su cuerpo y su sangre. Sostenemos que esto se hace espiritualmente, no porque ponemos imaginación y fantasía en el lugar de la verdad y el hecho, sino a causa de que la grandeza de este misterio excede la medida de nuestros sentidos y las leyes de la naturaleza. En breve, porque esto es celestial, solo puede ser aprehendido por fe.

LA CONFESIÓN BELGA (1561; REFORMADA)

Artículo XXXV: La Santa Cena de Nuestro Señor Jesucristo

Creemos y confesamos que nuestro Salvador Jesucristo instituyó y sancionó el sacramento de la Santa Cena, para nutrir y apoyar a los que él ya ha regenerado e incorporado en su familia, que es su Iglesia. Ahora los que se han regenerado tienen en ellos una doble vida, la una corporal y temporal, que tienen desde el primer nacimiento, y es común a todos los hombres; la otra espiritual y celestial, que se da en su segundo nacimiento, el cual es efectuado por la palabra del evangelio, en la comunión del cuerpo de Cristo; y esta vida no es común, sino que es propia de los elegidos de Dios. De la misma manera Dios nos ha dado, para el sostenimiento de la integridad física y la vida terrenal, el pan ordinario terrenal, que ...

Índice

  1. Cover
  2. Title Page
  3. CONTENIDO
  4. ABREVIATURAS
  5. INTRODUCCIÓN: HACED ESTO EN MEMORIA DE MÍ
  6. Capítulo uno EL PUNTO DE VISTA BAUTISTA
  7. Capítulo dos EL PUNTO DE VISTA REFORMADO
  8. Capítulo tres EL PUNTO DE VISTA LUTERANO
  9. Capítulo cuatro EL PUNTO DE VISTA CATÓLICO ROMANO
  10. CONCLUSIÓN: LAS DOS PREGUNTAS MÁS IMPORTANTES
  11. APÉNDICE 1: DECLARACIONES SOBRE LA CENA DEL SEÑOR EN CREDOS, CONFESIONES Y CATECISMOS
  12. APÉNDICE 2: CITAS SOBRE LA CENA DEL SEÑOR
  13. RECURSOS PARA ESTUDIOS ULTERIORES
  14. ACERCA DE LOS COLABORADORES
  15. PREGUNTAS PARA DISCUTIR Y REFLEXIONAR
  16. Other Works
  17. Copyright
  18. About the Publisher
  19. Share Your Thoughts