Apéndices
Recursos adicionales
«Voz», de Jane Stephens
Manifiesto sobre el rol del hombre y la mujer en el liderazgo:
Willow Creek Community Church
Preguntas frecuentes
Apéndice 1
Recursos adicionales
PARA EL ESTUDIO BÍBLICO / TEOLÓGICO
Editado por James R. Beck, este libro presenta ensayos escritos por cuatro colaboradores: dos con un pensamiento igualitario y dos con un pensamiento complementario. La edición revisada incluye críticas de cada ensayo hechas por los otros tres autores, lo que permite establecer un contraste y una comparación sobre puntos clave de erudición e interpretación y lo convierte en un libro único y de total provecho.
Este estudio sobre los roles de las mujeres explora la revelación y la voluntad progresivas de Dios manifestadas a partir de la creación, pasando por la caída, hasta llegar a la redención. Desmenuzando con cuidado cada uno de los pasajes relevantes de las Escrituras, el autor presenta la confirmación escritural para la no discriminación en la iglesia y la vida de la familia. Extensas notas finales ahondan aun más en las desafiantes preguntas teológicas, con un enfoque en una obra opuesta escrita por James B. Hurley, Men and Women in Biblical Perspective.
Un llamado a hacer realidad una visión bíblica de lo que significa la comunidad. Este libro incluye un tratado exhaustivo del rol de la mujer en la iglesia, específicamente en el tercer capítulo, El Ministerio.
Esta obra representa los argumentos más significativos utilizados a fin de sustentar el modelo complementario para las relaciones hombre-mujer en la vida de la iglesia y la familia. En las extensas notas que aparecen al final de su libro Beyond Sex Roles, Gilbert Bilezikian realiza comentarios sobre algunas partes importantes de la obra de Hurley.
El capítulo siete explora la perspectiva de la generación emergente no eclesial con respecto a la cuestión de las mujeres en el liderazgo.
Una sección entera de este libro está dedicada a proveer dirección en el estudio de las Escrituras en lo relacionado con la cuestión de la mujer en el ministerio. Scot McKnight, profesor de estudios religiosos en North Park University, relata la historia de su propia trayectoria, partiendo de un entorno fundamentalista hasta llegar a ser un ferviente partidario de que las mujeres formen parte del liderazgo en la iglesia. Sus comentarios bíblicos y teológicos son sólidos y de mucho valor para este análisis.
Ortberg, John, What the Bible Says about Men and Women, una serie de mensajes de cuatro volúmenes. Disponible en formato MP3, CD o transcripciones de la Asociación Willow Creek (www.willowcreek.com), 1999.
Esta autora transitó de tener una carrera sumamente exigente a ser madre de cuatro varones. Valoro su honestidad con respecto a su travesía y los descubrimientos que hizo a lo largo del camino.
Este libro fue de mucha ayuda para mí a medida que luchaba con expectativas poco realistas y la enfermiza culpa de trabajar fuera de casa. Marshall me ayudó a terminar con «el monstruo de la madre perfecta».
Walsh pasó casi dos años entrevistando a mujeres con preguntas acerca de su existencia y analiza sus elecciones a medida que ellas buscan lograr un equilibrio en su vida. El enfoque principal del libro está centrado en tres mujeres extraordinarias.
PARA LAS MUJERES EN EL LIDERAZGO
Como la primera directora ejecutiva de Hewlett Packard, Carly Fiorina atravesó por numerosos desafíos, incluso algunos relacionados con su género. Este libro es una biografía sincera y sumamente agradable.
La Dra. Frankel es una especialista en desarrollo del liderazgo y formación de equipos. Su libro está lleno de ideas y estrategias prácticas para la diaria tarea del liderazgo.
Lynne cuenta su cautivante historia de cómo abandonó el intento de cumplir lo que ella creía que eran las expectativas de Dios, su esposo, la iglesia y otros, para hacer realidad los dones únicos y las pasiones que Dios le dio. Su historia nos inspira a todas a alcanzar como mujeres nuestro máximo potencial.
Lewis ha transitado una heterogénea carrera que va desde ser licenciada en relaciones públicas y encargada de cobranza en una universidad prestigiosa, hasta ocupar un alto puesto directivo en el ámbito de la mercadotecnia. Escrito desde su perspectiva como cristiana y empresaria, ofrece una guía para la vida como mujer involucrada en el mundo laboral.
Apéndice 2
«Voz», de Jane Stephens
Vocación […] el lugar donde nuestra más profunda alegría se encuentra con la más profunda necesidad del mundo.
— Frederick Buechner
La voz. No puedes comprarla en la tienda, pero es fundamental para las grandes empresas y un liderazgo inspirado. Es la prueba de tornasol de los valores organizacionales. Un entorno que le pide a la gente que resuelva los problemas con eficiencia mecánica, que haga lo mismo una y otra vez, encuentra la voz innecesaria y perjudicial. Un ambiente comprometido con el cultivo de nuevas ideas, mercados, productos, procesos y servicios la considera productiva. La voz es la variable que explota el modelo de escasez de la economía: cuando la usas, terminas con más, y todos pueden usarla.
¿Qué es la voz? Es difícil definirla. Mira un comercial de Nike o lee un poema de Maya Angelou y tal vez la escuches; lee el manual de tu lavavajillas y es probable que no. Bob Dole la tuvo en Saturday Night Live, pero no cuando se postuló para presidente. Se ve más a menudo en los correos electrónicos que en los informes de fin de año, pero no está en verdad relacionada con la forma ni tampoco gobernada por la audiencia. Comienza con la capacidad de ser uno mismo y crece con la capacidad de entregarle al mundo ese yo. Prospera en la cúspide de esas dos experiencias.
La voz tiene dos componentes. Se trata de aprender a estar en contacto, escuchar y confiar en tus propios instintos; se trata de enhebrar el instinto y la experiencia con el fulcro de la expresión clara y definida. Nacida en la intersección del titubeo y la certidumbre, requiere tanto presencia como vulnerabilidad. Es el primer ingrediente productivo para la individualidad y la colaboración personal, esencial no solo para cambiar el mundo, sino para cambiarse a sí mismo.
La voz es un pozo artesiano, la mejor fuente de cada persona. La más genuina energía y expresión vital que alimenta la mejor y más sabia tarea de la organización. Surge cuando trabajamos en el centro de nuestra vocación, en nuestro llamado, «el lugar donde nuestra más profunda alegría se encuentra con la más profunda necesidad del mundo».
Los líderes precisan encontrar su propia voz, sus mejores recursos, a fin de ser genuinos en medio de su organización, y necesitan invitar y acoger la plena presencia de sus colegas. Tener voz es estar plenamente presente, sentir que nos tienen en cuenta y pueden contar con uno, tener algo que decir y ser escuchado. La recompensa de trabajar en una organización en la que todos aportan su voz al trabajo es una medida plena de energía, equilibrio, comprensión y diversión.
Gran parte de encontrar nuestra voz implica darnos cuenta de que no venimos con las manos vacías. Por desgracia, en nuestra urgencia de aportar algo a la conversación en el lugar de trabajo, nuestro alcance a menudo es muy poco profundo. Ofrecemos una voz estridente de falsa confianza, el parloteo de lo vacío, el suspiro de la indiferencia o el apagado eco del chisme. ¿Qué podemos recoger antes de hablar para que lo que ofrecemos sea valioso?
Todos tuvimos momentos en los que, para nuestra propia sorpresa, nos vimos hablando con poder y confianza acerca de algo que pensamos por mucho tiempo, pero sobre lo que nunca creímos que íbamos a hablar. O aun más sorprendente: nos vimos hablando con perspicacia y convicción sobre algo que nunca creíamos que nos iba a preocupar.
Algo nos provoca o nos compromete; se abre una puerta y de repente empezamos a hablar. No se trata de charlas triviales, de negocios o simples chácharas, sino de conversaciones reales sobre cosas que hemos descubierto, observado y considerado. El poder de nuestra propia voz nos sorprende. Algo se encendió. Ahora estamos trabajando y pensando de forma más rápida, más completa.
¿Qué sucedió? Por lo general, una de dos cosas. Una persona dejó en claro que en verdad quería escuchar lo que pensábamos o algo dentro de nosotros decidió que no podía callar más. Cuando esperamos que todos traigan su puñado de pasto, nos concedemos el permiso de ser escuchados.
Incorporada en la estructura de muchas compañías se encuentran una colección de gestos, suposiciones y acuerdos que le dan a toda nuestra fuerza laboral un sentimiento de que lo que ellos tienen para traer al banquete es mínimo u opcional, o solo es necesario a pedido. Necesitamos personas llenas de energía, no a veces, sino todo el tiempo. Necesitamos dejar correr el poder. Imagina la magnificación de la energía y el intercambio. ¡Una familia de cien príncipes y princesas que recogen una rica cosecha en una tierra desierta!
Imaginamos estas palabras como si fueran el discurso que daremos en nuestra entrevista de salida, la última gran verdad que pronunciaremos mientras cruzamos la puerta. Sin embargo, la auténtica verdad no se dice de esa manera. No podemos ahorrar nuestra verdadera voz y los mejores pensamientos para arrojarlos en un prolijo paquete mientras nos vamos: Los discos extras están en los cajones, las llaves en el buzón, y por cierto, nunca me gustó la forma en que administraste la oficina.
La voz auténtica es la experiencia de hablar y no marcharse. De decir lo que sabemos y sentimos que resuena a verdad de punta a cabo, permaneciendo firme en ello. De sentirnos fuertes mientras resistimos y escuchamos las palabras y las opiniones de réplica entretanto nos mantenemos firmes en nuestra propia voz.
La misma implica no apartarse del poder, la responsabilidad y la comunidad, sino avanzar hacia ellos. Funciona como una fuerza centrífuga más que una centrípeta, moviendo todas nuestras ideas dispares hacia el centro y no lanzándolas hacia afuera. Puede comenzar como un susurro: Bueno, estaba pensando que podía ser de este modo… o No estoy del todo seguro de esto… o Me gustaría intentarlo de esta forma. pero a medida que avanza, va ganando fuerza.
El interés particular de Gilligan era el modo en que las mujeres de sus estudios se diferenciaban de los hombres en su enfoque de los dilemas morales según los trabajos de Kohlberg. El contenido de las respuestas era diferente, pero para Gilligan lo más interesante y difícil de evaluar con las herramientas tradicionales del método científico era cómo usaban (o no) sus voces.
Escrita en el epicentro del feminismo, el gran tsunami de nuestros tiempos —cuando grandes cantidades de mujeres ingresaban al ámbito político, profesional y académico— la obra de Gilligan resultó revolucionaria. En el momento en que su libro, In a Different Voice: Psychological Theory and Women‧s Development [En una voz diferente: teoría psicológica y el desarrollo de la mujer] se publicó en 1982, representó un llamado a un completo reajuste del estudio del comportamiento humano. Desde entonces, se han vendido cerca de un millón de copias en varios idiomas; ha dado lugar a miles de disertaciones; se han escrito libros sobre él y más libros se escribieron sobre esos libros. Ahora todo el mundo está al tanto del asunto. O algo así.
Pese a los cambios tectónicos en la manera en que cada campo ha tenido que reconsiderar sus suposiciones a fin de acomodar las formas de conocimiento de las mujeres, Gilligan siente que el aspecto más significativo de su innovadora obra no se destapó. Para ella, más que cualquier cuestión de sexo, sus estudios revelan enormes huecos en toda nuestra capacidad de habla...