Antropología Cultural
eBook - ePub

Antropología Cultural

  1. 320 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Antropología Cultural

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

El tema se presenta desde una perspectiva cristiana. Los autores, basándose en su amplia experiencia pastoral, misionera y académica, le ofrecen a usted una introducción a este tema y para la apreciación de las diversas culturas creadas por Dios. Algunos de los temas son antropología y misiones, comunicación verbal y no verbal, economía y tecnología, matrimonio y familia, grupos y comunidades, y religión.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Antropología Cultural de Stephen A. Grunlan,Marvin K. Mayers en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Theology & Religion y Christian Theology. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Editorial
Vida
Año
2014
ISBN
9780829777321
1
Antropología y misiones
Una joven misionera acababa de llegar al interior de Kalimantan, Indonesia, después de haber estudiado el idioma. Estaba feliz de trabajar entre el pueblo dayak. Había oído acerca del explosivo crecimiento de la iglesia en esa región. Estaba emocionada por formar parte de este dinámico ministerio de fundación de iglesias.
Sin embargo, al pasar el tiempo y observar cómo estaba creciendo la iglesia, comenzó a sentirse molesta. Los dayak no estaban viniendo a Cristo como individuos, sino como familias. Le pareció que esta era una decisión colectiva antes que una decisión individual. Eso la intranquilizó porque se le había enseñado siempre que la conversión era una decisión individual. Una persona tenía que responder individualmente al evangelio.
Esta joven misionera comenzó a cuestionar si los cristianos de Dayak eran verdaderamente renacidos. Comenzó a preguntarse si los misioneros que habían trabajado con los dayak por años estaban más interesados en el “crecimiento de la iglesia” que en conversiones genuinas.
¿Cuál es el papel de la antropología cultural en las misiones cristianas? ¿Es la respuesta a todo lo que aflige a las misiones o una herramienta secular que algunos misioneros usan, en vez de depender del Espíritu Santo? Estos son dos extremos. El papel de la antropología cultural en misiones no es ninguno de estos.
La antropología cultural no es una panacea para las misiones. Es sólo una herramienta más de un misionero bien preparado. Tampoco la antropología cultural reemplaza al Espíritu Santo. Ninguna obra misionera verdadera ocurre sin el Espíritu Santo. Sin embargo, muchos cristianos entienden mal el papel y lugar que la antropología cultural puede tener en un ministerio eficaz.
Imagínese una pareja de misioneros que trabajan entre un grupo de tribus ubicadas a lo largo de un río en la selva. Para alcanzar esas tribus dispersas necesitan un bote para viajar por el río. Ellos han encontrado algunos pedazos de hierro y otros materiales abandonados por un equipo explorador de petróleo. Usando estos materiales, comienzan a construir un bote, pero saben muy poco acerca de física y construcción de botes. Al final, el bote resulta más pesado que el agua en la que se desplaza.
Cualquiera que haya estudiado física elemental sabe que un objeto que es más pesado que el agua que desplaza se hundirá. Alguno pudiera decir: “Oh, pero en este caso el Espíritu Santo predominará y el bote flotará. Después de todo, fue construido para la obra de Dios.” No. Los misioneros fueron necios. Ellos debieron haber construido el bote en armonía con las leyes de la naturaleza.
Ese mismo principio se aplica al presentar el evangelio a personas de otra cultura. Ya que no esperamos que Dios predomine cuando vamos en contra de las leyes naturales, ¿por qué esperamos que Él lo haga cuando vamos en contra de las leyes culturales o de la conducta?
Así como hay un orden subyacente en la naturaleza, también hay un orden subyacente en la conducta humana. Las ciencias de la conducta se interesan en descubrir el orden subyacente en la conducta humana tal como las ciencias naturales se interesan en descubrir el orden en la naturaleza.1 La verdadera ciencia, natural y de conducta, se interesa en descubrir el orden en la creación de Dios.
El misionero que usa la antropología cultural como una herramienta para desarrollar una estrategia misionera no trata de trabajar sin el Espíritu Santo sino en armonía con él. Peter Wagner de la Escuela de Misiones Mundiales del Seminario Teológico Fuller señala la necesidad de una estrategia:
El Espíritu Santo es el factor controlador en la obra misionera, y la gloria por los resultados le pertenece a Él. Pero por razones que no se nos han comunicado, Dios ha escogido usar seres humanos para llevar a cabo sus propósitos evangelísticos en el mundo. Esos seres humanos, misioneros en este caso particular, bien pudieran llegar a ser obstáculos a la obra del Espíritu Santo, como pudieran también ser instrumentos eficaces en las manos de Dios. . .
La estrategia misionera nunca intenta ser un substituto del Espíritu Santo. La estrategia apropiada es inspirada por el Espíritu y dirigida por él. Antes que competir con el Espíritu, la estrategia ha de usarse por el Espíritu Santo (1971:15).
James F. Engel y H. Wilbert Norton, de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Wheaton, al analizar el modelo bíblico de evangelización dicen:
Un tema que permanentemente aparece en todo el Nuevo Testamento es que el Espíritu Santo obra al renovar nuestra mente (véase Efesios 4:23; 1 Pedro 1:13; Romanos 12:2). Se espera que nosotros analicemos, recolectemos información, midamos eficacia; en suma, seamos administradores eficaces de los recursos que Dios nos ha dado, ¡A menos que nos comprometamos con esta disciplina . . . en realidad impedimos que el Espíritu Santo nos guíe! El peligro permanente es que “un hombre pudiera arruinar sus oportunidades por su propia necedad y luego culpar al Señor” (Proverbios 19:3, Living Bible) (1975:40).
Como hemos dicho, la antropología cultural no es una panacea para las misiones, ni un simple esfuerzo humano obrando sin el Espíritu Santo. ¿Cuál es, entonces, el papel de la antropología cultural en las misiones? La antropología cultural pudiera contribuir por lo menos en cuatro formas a una estrategia misionera eficaz:
1. Da al misionero una comprensión de otra cultura.
2. Ayuda al misionero a entrar en otra cultura.
3. Facilita la comunicación del evangelio en otra cultura.
4. Ayuda en el proceso de establecer la iglesia en otra cultura.
Comprendiendo otra cultura
Según el erudito de misiones George Peters (1972) se debe distinguir entre misión y misiones. La misión es el mandato bíblico total de la Iglesia de Jesucristo. Las misiones tienen lugar cuando las asambleas locales o grupos de asambleas que envían personas autorizadas a otras culturas para evangelizar y plantar asambleas autóctonas. Misiones es un aspecto de la misión. Básicamente, misiones es la iglesia en una cultura que envía obreros a otra cultura para evangelizar y discipular.
La definición anterior enfatiza moverse de una cultura a otra, no de una nación a otra.1 Las fronteras nacionales son líneas artificiales dibujadas sobre mapas por los políticos; las culturas son realidades en localidades geográficas. Alguien en Nueva York que ministra a los indios pimas del sudoeste de los Estados Unidos está tan involucrado en un ministerio intercultural como el neoyorquino que ministra a los indios mapuches en Chile.
El que intenta ministrar a otra cultura necesita conocer bien esa cultura. Aunque las leyes esenciales de la conducta, o “universales”, sustentan toda conducta humana, esta conducta toma diversas formas en diferentes culturas. Para desempeñarse en otra cultura, una persona debe entender esa cultura. La antropología cultural provee las herramientas conceptuales necesarias para comenzar ese proceso.2
Entrando en otra cultura
Para ministrar en otra cultura, uno debe entrar en la cultura. Cuando un individuo abandona su propia cultura con sus costumbres, tradiciones, modelos sociales y estilo de vida conocidos, el individuo comienza rápidamente a sentirse como un pez fuera del agua y debe, ya sea comenzar a adaptarse a la nueva cultura, o ser zarandeado y abofeteado por ella hasta que finalmente sucumba al agotamiento y sofocación.
Una persona responderá a la nueva cultura en una de estas dos formas: con empatía, aceptación e identificación, lo cual resultará en ajuste y éxito, o con choque cultural y finalmente fracaso. Frecuentemente el choque cultural es
provocado por la ansiedad que resulta de perder todos nuestros signos y símbolos conocidos de relación social. Esos signos o señales incluyen las mil y una formas en que nos orientamos en las situaciones de la vida diaria: cuándo dar la mano y qué decir cuando conocemos personas, cuándo y cómo dar propinas, cómo dar órdenes a los sirvientes, cómo hacer compras, cuándo aceptar o rechazar invitaciones, cuándo tomar declaraciones seriamente y cuándo no. Ahora esas señales, que pudieran ser palabras, gestos, expresiones faciales, costumbres, o normas, se adquieren en el curso del crecimiento y son parte de nuestra cultura como el idioma que hablamos o las creencias que aceptamos.
Ahora cuando un individuo entra en una cultura extranjera, se quitan todos o la mayoría de esos indicios conocidos . . . Por muy inteligente que usted sea o por muy buena voluntad que tenga, ya no cuenta con una serie de apoyos, y además tiene un sentimiento de frustración y ansiedad (Overg 1960:177).
El choque cultural viene en tres etapas. En primer lugar, es la fascinación, o etapa de turista, que se produce cuando la persona entra por primera vez en la nueva cultura. Hay vistas y sonidos nuevos y fascinantes. Hay cosas emocionantes que ver y experimentar. Hay por lo regular personas amigables que hablan su idioma para ayudarle y encargarse que uno esté cómodo. El turista, o visitante a corto plazo, por lo general nunca va más allá de esta etapa antes de abandonar la cultura anfitriona.
wb_9780829777321_0019_004.webp
Ilustración 1-1. DOS REACCIONES A UNA NUEVA CULTURA. Cuando las personas dejan su propia cultura y se mudan a una cultura nueva, ellas pueden moverse en una de dos direcciones; ya sea hacia empatía, aceptación, e identificación o hacia el choque cultural y rechazo (y posible recuperación).
La segunda etapa es la etapa de rechazo. La diversión y fascinación de la nueva cultura comienza a desvanecerse, y el recién llegado se enfrenta con las dificultades que implican el vivir en la nueva cultura. Ahora las “reglas” de vida son diferentes, y el recién llegado no está “dentro” de la mayoría de ellas. La forma de hacer las cosas en la propia cultura de la persona pudieran haber sido pulcras y lógicas, pero las formas de hacer las cosas en la nueva cultura pudieran parecer caprichosas, sin sentido o propósito. El recién llegado se siente frustrado al intentar funcionar en la nueva cultura aplicando “reglas” de su propia cultura. Cuando estas “reglas” no logran los resultados deseados, la persona culpa a la nueva cultura; y comienza a rechazarla.
Este rechazo pudiera tomar varias formas, tal como el estereotipar a los miembros de la nueva cultura, hacer comentarios despreciativos y jocosos acerca de la gente, desasociándose lo más posible de los miembros de la nueva cultura, y asociándose lo más posible con miembros de la propia cultura. La mayoría de las personas tienen al menos una recuperación parcial del choque cultural. Las que no pueden acomodarse a la nueva cultura finalmente se alejan de ella por completo.
La tercera etapa, recuperación, comienza a medida que la persona empieza a aprender el idioma o dialecto de la nueva cultura y algunas de sus reglas. Al comenzar a adaptarse a la nueva cultura, se apacigua la frustración. El grado de recuperación del choque cultural varía de persona en persona. Algunas personas pasan toda una vida en otra cultura a un nivel que bordea el punto de tolerancia, mientras que otras encajan muy bien sólo después de un corto tiempo.
La antropología cultural puede dar a las personas una perspectiva que les permitirá entrar en otra cultura con el menor choque cultural, y una recuperación más rápida, haciendo posible que comiencen a avanzar a la empatía, aceptación, e identificación. Esta perspectiva se basa en los conceptos de etnocentrismo y relativismo cultural.
El etnocentrismo es la “práctica de interpretar y evaluar la conducta y objetos usando los criterios de la propia cultura antes que aquellos de la cultura a la cual tal conducta u objetos pertenecen” (Himes 1968:485). El relativismo cultural es la “práctica de interpretar y evaluar la conducta y los objetos, usando los criterios valorativos y normativos de la cultura a la que tal conducta u objetos pertenecen” (484).
Esas definiciones muestran que el etnocentrismo es una forma de ver el mundo en términos de la propia cultura. Un conducta es correcta o incorrecta según la define la propia cultura. Otras formas de hacer las cosas en diferentes culturas tienen o no tienen sentido, dependiendo de cómo estas formas son vistas en la propia cultura. El relativismo cultural es una forma de ver el mundo en términos de la cultura relevante, es decir, en términos de la cultura en qu...

Índice

  1. Cover Page
  2. Title Page
  3. Copyright Page
  4. Índice
  5. Ilustraciones
  6. Prólogo
  7. Prefacio a la segunda edición
  8. Introducción para el profesor
  9. Introducción para el estudiante
  10. 1. Antropología y misiones
  11. 2. Humanidad, cultura y sociedad
  12. 3. Campos y teóricos
  13. 4. Enculturación y aculturación
  14. 5. Comunicación verbal y no verbal
  15. 6. Economía y tecnología
  16. 7. Función, condición social y estratificación
  17. 8. Matrimonio y familia
  18. 9. Parentesco
  19. 10. Grupos y comunidades
  20. 11. Control social y gobierno
  21. 12. Religión
  22. 13. Investigación antropológica
  23. 14. Autoridad bíblica y relatividad cultural
  24. 15. Antropología y teología
  25. Glosario
  26. Bibliografía
  27. Índice de autores
  28. Índice temático
  29. Índice de citas bíblicas