LAS 21 CLAVES PARA SER ASERTIVOS
Convierte en hábitos de comunicación saludable estas 21 claves. Te ayudarán a desarrollar la transformación de tu forma de comunicarte, desde el ser, con inteligencia emocional y dominio propio. Domina tus emociones y mejora tus relaciones.
1. Proponer: Dejar de ser negativo y ser más propositivo
2. Afirmar: Expresar tus sentimientos con afirmaciones
3. Desbloquear: Dejar la envidia que bloquea y minimiza
4. Liberar: Detectar y erradicar el rencor que afecta demasiado
5. Fluir: Vivir dispuesto a perdonar para descargarte y fluir
6. Delimitar: Saber tratar y ponerle límite a la gente tóxica que te hace daño
7. No ser reactivo: Saber manejar personas difíciles en la casa y la empresa
8. No depender: Dejar la dependencia emocional que lleva a la anulación
9. Declarar: Maximixar el verdadero poder de tus palabras
10. Motivar: Mantener la automotivación regulada y el ánimo resuelto
11. Descansar: Saber manejar las preocupaciones que quitan el sueño
12. Salir de la zona de confort: Emprender en vez de procrastinar
13. Plantarse: Controlar el miedo y el pánico que te paralizan
14. Disfrutar: Dejar de quejarte tanto y dar GRACIAS para ser feliz
15. Resolver: Evitar las peleas y saber solucionar los conflictos
16. Soportar: Desarrollar el hábito de controlar la ira y el enojo
17. Ser optimista: Dejar de ser pesimista y pasarte al lado de los optimistas
18. Dejar la ansiedad: Manejar la angustia que produce el exceso de futuro
19. Dejar de mirar atrás: No quedarte deprimido en el exceso de pasado
20. Enfocarte: Eliminar los distractores de tu propósito
21. Afianzar tu fe: ¡Todo es posible, si puedes creer!
Clave # 1
Proponer: dejar de ser negativo y ser más propositivo
HABLAR DE MANERA PROPOSITIVA IMPLICA APORTAR PROPUESTAS e iniciativas con eficacia. Con afirmaciones efectivas que generen valor y motiven hacia el emprendimiento, no solo en el presente, sino también en el futuro, con proyección hacia el avance, no hacia el bloqueo.
Tu comunicación es propositiva cuando muestras una postura analítica al hablar, evalúas de manera crítica los sucesos, generas soluciones a los problemas y piensas alternativas para actuar. Le apuntas a la acción, como consecuencia de una sana reflexión y, como resultado, logras conclusiones que siempre generan valor. No eres nada pasivo, y tampoco te agrada ser negativo. Cuando hablas de una situación puntual, tus propuestas y opiniones buscan ayudar a lograr cambios y soluciones efectivas.
Por el contrario, si no eres propositivo mantienes una forma de hablar con tendencia hacia lo negativo, y llegas al punto de bloquear tus relaciones interpersonales, profesionales y de negocios. Como si interpusieras una muralla infranqueable entre tú y las personas a tu alrededor, que te impide pasar al lado de la asertividad.
Las palabras de resistencia, oposición, fracaso, desaprobación, dificultad, queja, inconformismo, crítica, desprecio, mal genio y conflicto permanente, el negativismo constante, imposibilitan cualquier solución y son todo lo opuesto al lenguaje propositivo.
Lo peor es que se convierten en un hábito y, al final, en una terrible postura negativa ante la vida, que termina por afectar cada una de las situaciones de tu día a día y todo el ambiente. Porque así como el positivismo se contagia, el negativismo también. . . ¡Y hasta más!
La comunicación negativa llega incluso a autoboicotear tus propias metas, esperanzas y sueños. La metodología de la Nueva Comunicación Inteligente (NCI) que propongo se fundamenta en un cambio estructural desde el ser. Para lograrlo, puedes iniciar con estas tres acciones básicas:
1. Reconoce el negativismo como un vicio fatal de tu comunicación:
Para iniciar la salida de cualquier vicio, lo primero que debes hacer es reconocerlo. Así lo enseñan todos los programas para el tratamiento de adicciones. Si no llegas al acto del reconocimiento, jamás podrás salir del círculo vicioso que te acompaña y te atrapa. Lo mismo sucede con los malos hábitos comunicativos.
Para salir del vicio de hablar en forma negativa siempre, es necesario entrar por una puerta angosta y no fácil, pero que te conduce a la salida más confiable y segura: reconocer el daño que te causa a ti mismo y a los demás a tu alrededor.
Se trata de un acto de reconocimiento profundo y sincero que te conduce, como resultado indefectible, a la necesidad interior real de cambiar. Reconocer que el negativismo afecta tu relación con las personas que más amas, con la gente que trabajas en equipo, con los amigos e incluso contigo mismo, es un acto de valentía que no puedes aplazar, ni delegar, ni abandonar en el intento, si de verdad quieres comunicarte en forma asertiva.
Nadie que desee de verdad ser asertivo persiste de manera obstinada en su inclinación hacia el negativismo como escenario de su comunicación. Debe llegar a un punto de quiebre interior para ir al próximo paso definitivo.
2. Toma la valiente decisión de cambiar el hábito de ser negativo, para salir del estancamiento en tus relaciones y negocios:
Sin duda, un cambio de hábitos requiere, después del acto de reconocimiento, pasar a la acción. Para lograrlo es necesario tomar, con suficiente humildad y coraje a la vez, la decisión de asumir la responsabilidad de tu forma de hablar y conversar. Solo así será factible llevarla a otro escenario más positivo y propositivo. Que no bloquee, ni deje un cierto sabor fastidioso, sino que permita fluir y refrescar la vida de los demás y la tuya propia desde la perspectiva de las afirmaciones positivas.
La decisión de cambiar tu forma de comunicarte implica reconocer cuál es tu estilo de expresiones para comenzar a eliminar por completo esas sentencias negativas. Así podrás comenzar a elegir cuáles son las frases positivas y propositivas que dirás de ahora en adelante. Será un cambio extremo en tu comunicación. De la negatividad a la asertividad.
Es importante aclarar aquí, para no darle espacio a los comentarios negativos, siempre rápidos y ligeros, que dejar de ser negativo, no implica decir a todo que sí, sin criterio ni capacidad de afirmar tu opinión en cuanto a lo que te desagrada o con lo que no estás de acuerdo. No.
Ser asertivo implica contar con el equilibro y balance sufici...