Capítulo 1: La importancia de invertir
¿Por qué invertir es importante a cualquier edad?
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En lo que se refiere a invertir, cuanto antes empieces mejor te irá. Lamentablemente, yo estaba cerca de entrar en la treintena cuando empecé a invertir, pero incluso si tienes una edad bastante más avanzada, invertir sigue teniendo importancia. Invertir te ofrece la capacidad de hacer crecer tu cantidad total de dinero a través de ganar intereses de forma pasiva con el paso del tiempo. Cuando se explican las ventajas de invertir, el argumento para involucrarse es bastante persuasivo, sin embargo, el problema es que, en cualquier momento dado, muchos de nosotros elegimos utilizar el dinero para efectos inmediatos en lugar de ahorrar e invertir.
Para demostrar la importancia de invertir frente a utilizar tu dinero en efectivo inmediato disponible, uno simplemente tiene que mirar a un famoso experimento: el problema del centavo. Si te ofreciera un millón de dólares hoy, o el interés ganado sobre un centavo que se duplica cada día durante un mes, ¿qué oferta elegirías? Sin pensar demasiado acerca del problema, muchos elegirían el más inmediato millón de dólares en efectivo. Si escogieras la opción uno, en lugar de la opción del interés acumulado, acabarías con cerca de cuatro millones y medio de dólares menos que si hubieras elegido la segunda opción.
Aunque un centavo duplicándose cada día no parezca una gran forma de acumular muchos intereses, en el momento en el que empiezas a desglosar el problema y a mirar a los números, empiezas a ver que es la opción más lucrativa con diferencia. La clave es que el centavo acumula intereses exponencialmente, así que aunque en el segundo día sólo tengas dos centavos, en el octavo día ya tienes 1,28$. Al llegar al día número veinte, todavía no habrás ganado tanto como en el millón de dólares inicial, con sólo 5.242,88$ acumulados, pero cuando llegues al día número 30, el montante final habrá crecido hasta 5.368.709,12$.
Hay dos lecciones importantes que quiero que aprendas con este ejemplo: la primera, que el interés no es intuitivo para los humanos, lo que quiere decir que es difícil comprender lo rápido que el dinero puede crecer a menos que hagamos las cuentas y mostremos el resultado. La segunda, que el coste real de no recibir el millón de dólares por adelantado fue esperar treinta días para ganar bastante más dinero. Éste es un principio clave en la inversión, de forma que lo que estarás intercambiando en lugar de recibir los ingresos rápidamente es simplemente el tiempo que te separa de tu dinero. Aunque, durante treinta días, no tenías un millón de dólares para poder usar, acabaste con bastante más dinero a final de mes.
Hay dos aspectos finales en este ejemplo que son muy importantes: ¿qué podrías haber hecho con el millón de dólares en esos treinta días?, ¿y cuáles son tus obligaciones fiscales? En capítulos posteriores verás que no siempre es sensato mantener una posición en una inversión si hay otras oportunidades para ver tu dinero crecer. En el ejemplo del centavo, es bastante cuestionable que hubieses podido quintuplicar tu dinero en treinta días, sin embargo, hay muchos supuestos en el mundo real en los que podrías haber ganado más con el dinero en efectivo por adelantado frente a dejar el dinero en una cuenta de interés devengados. El millón de dólares en efectivo por adelantado podría haber sido invertido para ganar intereses mucho más deprisa que el importe inicial si lo hubieras dejado en la cuenta. También tienes que considerar cuáles son tus responsabilidades fiscales para cada suma de dinero. Ahora mismo, la disparidad entre ambas cuentas es de cuatro millones y medio de dólares, y ganas bastante más dejando un centavo en la cuenta de ahorros. Supón que la disparidad fuera bastante menor, una cantidad alrededor de 50.000$. En este caso, el millón de dólares por adelantado es bastante más tentador, ya que marginalmente estás ganando más en comparación con el supuesto original presentado. Lo que esto no tiene en cuenta es la responsabilidad fiscal sobre el efectivo ganado inmediatamente frente a lo que hubieras ganado en treinta días. Cuanto más esperas, menor es tu responsabilidad fiscal. Esto significa que podrías ganar bastante más que 50.000$ si te quedarás con la inversión a treinta días, no porque la suma de dinero sea bastante más grande en principio, sino porque la tasa impositiva es mucho más favorable. Éste es un ejemplo de un microcosmos, y para una pequeña diferencia temporal de sólo treinta días la responsabilidad fiscal probablemente sea la misma, pero hay diferencias marcadas para mayores periodos de tiempo.
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Deberías saber bastante bien que si alguien te ofrece un trato de duplicar un centavo durante treinta días, deberías sin duda aceptarlo pero, en el mundo real, invertir es bastante más difícil. No encontrarás estas oportunidades increíbles tan fácilmente. Sin embargo, el ejemplo del centavo demuestra un aspecto importante de la inversión, uno que posibilita que tu dinero gane intereses más rápidamente, el interés compuesto. El interés compuesto te permite ganar intereses sobre intereses que ya has acumulado. La definición podría parecer complicada, pero el concepto es bastante simple. En el ejemplo anterior del centavo puedes ver cómo funciona el interés compuesto, aunque en un supuesto poco realista. El interés ganado sobre el centavo se duplica cada día, y la nueva suma es la que se duplica, permitiendo que el dinero crezca a un ritmo tan exponencial. En términos reales, tenemos que observar un ejemplo mucho más insignificante.
Imagina que tuvieras cien dólares que se revalorizan a un interés de un uno por ciento, y esto se acumula cuatro veces al año. Podrías asumir que el interés que ganarías al final de un año sería de un dólar, o simplemente un uno por ciento de tu inversión inicial, pero esto no es totalmente preciso. Es compuesto y se acumula cuatro veces al año, por lo que después de tres meses has ganado 0.25$, o un cuarto de ese uno por ciento de interés. Lo que hay que destacar es que esta pequeña suma se añade a la inversión inicial de manera que cuando el próximo periodo de intereses se produzca, otros tres meses, estás ganando intereses sobre 100,25$ y no sobre 100$. Al final del primer año, esto se ha producido cuatro veces esencialmente. Después del primer trimestre, has ganado 100,25$, después del segundo 100,50$, después del tercero 100,76$, y 101,02$ después del cuarto. Estos números no están muy lejos del uno por ciento que podrías haber esperado inicialmente, pero puedes ver que ya que el interés es compuesto, estás ganando más que ese uno por ciento. Ya que se cuenta el interés en la nueva suma, estás ganando intereses a un ritmo mayor. En este ejemplo, con números muy modestos, la diferencia es de sólo dos centavos, pero con mayores cantidades de dinero y mejores tipos de interés, este número puede crecer muy rápidamente.
Además, hay una idea adicional sobre el interés compuesto, que es coger el interés de una inversión y pasarlo a otra. Esto no está tan institucionalizado como el interés compuesto una vez al trimestre, y depende de cada persona elaborar los detalles.
Puedes ver, sin embargo, que si controlases todo el interés que has acumulado, y lo movieses a diferentes empresas de inversión, crecería a un ritmo acelerado. Es en esta idea del interés compuesto y en el hecho de usar siempre el interés ganado en antiguas inversiones para arrastrarlo para nuevos intereses, que puedes empezar a ver también la importancia de empezar a invertir tan pronto como puedas. Si inviertes durante más tiempo, independientemente de la cantidad total de dichas inversiones, mejor te irá. El principio del interés acumulado sobre otro interés es simplemente demasiado poderoso como para ignorarlo.
Por qué tienes que invertir, incluso si estás bajo presión financiera
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El interés compuesto debería ser un argumento suficientemente atractivo sobre por qué ahorrar lo antes posible juega a tu favor, sin embargo, sé lo difícil que invertir puede parecer cuando estás bajo presión financiera. Simplemente hace unos pocos años, habría tenido dificultades en realizar cualquier tipo de inversión para mi futuro. Tenía un trabajo moderadamente remunerado en una ciudad muy cara; entre el alquiler, la comida y los viajes, consumía una parte tan grande de mi salario que invertir no parecía merecer la pena mi tiempo. Ésta es una mentalidad común, y la entiendo, pero es también una mentalidad que te perjudicará. Debes empezar a ahorrar e invertir lo antes posible, e incluso la inversión de cantidades minúsculas de tu salario equivaldrá a grandes beneficios en el futuro.
Usemos como ejemplo el modelo de un estadounidense. Imagina un hombre o una mujer, que trabaja de treinta y cinco a cuarenta horas semanales en un supermercado. Se aproximan a la edad de cuarenta años y ganan...