Albert Camus, periodista
eBook - ePub

Albert Camus, periodista

De reportero en Argel a editorialista en París

María Santos-Sainz

  1. 336 Seiten
  2. Spanish
  3. ePUB (handyfreundlich)
  4. Über iOS und Android verfügbar
eBook - ePub

Albert Camus, periodista

De reportero en Argel a editorialista en París

María Santos-Sainz

Angaben zum Buch
Buchvorschau
Inhaltsverzeichnis
Quellenangaben

Über dieses Buch

"Este libro es una llamada de alarma. Es una invitación a que el periodismo se levante y reencuentre altura y grandeza, rechace la facilidad y combata las corrupciones que lo minan y desacreditan. En nuestros tiempos de incertidumbre el periodismo corre el riesgo de someterse a los embates de la propaganda y a las trampas de las ofensivas cruzadas del dinero y el poder. La autora, siguiendo las huellas de Albert Camus, invita a practicar el periodismo crítico". Edwy Plenel, fundador y director de 'Mediapart'.

Häufig gestellte Fragen

Wie kann ich mein Abo kündigen?
Gehe einfach zum Kontobereich in den Einstellungen und klicke auf „Abo kündigen“ – ganz einfach. Nachdem du gekündigt hast, bleibt deine Mitgliedschaft für den verbleibenden Abozeitraum, den du bereits bezahlt hast, aktiv. Mehr Informationen hier.
(Wie) Kann ich Bücher herunterladen?
Derzeit stehen all unsere auf Mobilgeräte reagierenden ePub-Bücher zum Download über die App zur Verfügung. Die meisten unserer PDFs stehen ebenfalls zum Download bereit; wir arbeiten daran, auch die übrigen PDFs zum Download anzubieten, bei denen dies aktuell noch nicht möglich ist. Weitere Informationen hier.
Welcher Unterschied besteht bei den Preisen zwischen den Aboplänen?
Mit beiden Aboplänen erhältst du vollen Zugang zur Bibliothek und allen Funktionen von Perlego. Die einzigen Unterschiede bestehen im Preis und dem Abozeitraum: Mit dem Jahresabo sparst du auf 12 Monate gerechnet im Vergleich zum Monatsabo rund 30 %.
Was ist Perlego?
Wir sind ein Online-Abodienst für Lehrbücher, bei dem du für weniger als den Preis eines einzelnen Buches pro Monat Zugang zu einer ganzen Online-Bibliothek erhältst. Mit über 1 Million Büchern zu über 1.000 verschiedenen Themen haben wir bestimmt alles, was du brauchst! Weitere Informationen hier.
Unterstützt Perlego Text-zu-Sprache?
Achte auf das Symbol zum Vorlesen in deinem nächsten Buch, um zu sehen, ob du es dir auch anhören kannst. Bei diesem Tool wird dir Text laut vorgelesen, wobei der Text beim Vorlesen auch grafisch hervorgehoben wird. Du kannst das Vorlesen jederzeit anhalten, beschleunigen und verlangsamen. Weitere Informationen hier.
Ist Albert Camus, periodista als Online-PDF/ePub verfügbar?
Ja, du hast Zugang zu Albert Camus, periodista von María Santos-Sainz im PDF- und/oder ePub-Format sowie zu anderen beliebten Büchern aus Media & Performing Arts & Journalist Biographies. Aus unserem Katalog stehen dir über 1 Million Bücher zur Verfügung.

Information

Capítulo 1

Apunte biográfico

Infancia en Belcourt

«Nadie de mi alrededor sabía leer. Tenga eso en cuenta»[14], comentó Albert Camus a los dieciocho años a su profesor universitario Carl. A. Viggiani tras entregarle un trabajo en la Facultad de Letras de Argel. Esta anécdota recogida por su amigo periodista de Combat Roger Grenier[15], reclamando una lectura indulgente de su primer trabajo universitario impreso, revela mucho del largo itinerario que recorrería Camus, que le llevaría desde Argel hasta Estocolmo. Es un recorrido que durará poco más de veinte años.
Nada le predestinaba a cursar estudios. Su madre y su abuela querían que dejase la escuela para ser aprendiz y ganarse la vida en vez de perder el tiempo en los banquillos de la escuela. Impensable también ir a la universidad. Y aún menos ser periodista y más tarde ocupar un lugar preferente en la República de las Letras francesa. E inimaginable era llegar a ser Premio Nobel de Literatura. Nada de su entorno social presagiaba el destino al que su humilde cuna no le encaminaba en principio. Su madre, su abuela y sus tíos maternos Joseph y Étienne, con quienes vivía, no sabían leer, y en la casa no había ningún libro. En su hogar hablaban poco y cuando lo hacían era en un francés rudimentario mezclado con expresiones de un dialecto menorquín. Albert Camus aprendería el francés casi como una lengua extranjera en la escuela.
Para entender a Camus, hay que volver la vista a su niñez: «el ámbito donde se producen todas las batallas interiores», el origen de la construcción de la identidad. El territorio de la infancia: el barrio de Belcourt, un arrabal proletario donde conviven familias de inmigrantes, el sol, el mediterráneo, la pobreza, las dificultades, pero también la felicidad, la camaradería, la enfermedad, el ansia de vivir, la época espinosa y dramática que le tocó transitar. Ver sus pasiones: la lectura, la escritura, el teatro, el fútbol[16], los amigos, la palabra, el pensamiento y el compromiso. Él mismo lo reconoce en sus diarios en 1945: «El hombre que sería si yo no hubiese sido el niño que fui»[17].
En su obra Bodas, Camus recoge la expresión de Píndaro retomada por Nietzsche: «No es fácil convertirse en lo que uno es»[18]. Su experiencia de vida y de pensamiento gira en torno al mismo imperativo existencial: convertirse en lo que es. Camus hizo de las dificultades una manera de construirse.
Ser fiel a Albert Camus implica entender también la adecuación entre la obra, sus escritos periodísticos y su existencia, la reflexión y el engagement. La singularidad de la obra —tanto periodística como literaria— de Camus reside en su intento de comprender el mundo, en su sensibilidad ante la causa de los oprimidos, en el sufrimiento de los inocentes y, ante todo, en ser un hombre libre, a menudo a contracorriente. En su equipaje siempre lleva Camus su pasión por la justicia y la libertad. Entendía que «la libertad no es nada más que una oportunidad para ser mejor». Ese será un hilo conductor que le conducirá como periodista a denunciar los abusos del poder y como escritor a cuestionarse el absurdo de la existencia, proponiendo la rebeldía como contrapeso a las injusticias de la vida.
El acceso a la cultura se convertirá en el pasaporte que le permitirá llevar a cabo su singular viaje, marcado por el compromiso, primero con el periodismo y luego con el mundo intelectual. Cuando su abuela materna le inscribe en la biblioteca del barrio y se convierte en un lector voraz y cuando más tarde descubre la colección de obras clásicas de la literatura francesa en casa de su tío Gustave, el niño Camus decide su vocación: ser escritor.
Más tarde confesará no haber conseguido nunca «superar una infancia difícil y austera». Aunque en su primera obra, El revés y el derecho (1937), escrita con tan sólo veintidós años, matiza en el prólogo que «la pobreza, en primer lugar, nunca me pareció una desgracia: la luz derramaba sobre ella sus riquezas. Iluminó incluso mi rebeldía. Fueron casi siempre, creo poder decirlo sin hacer trampa, rebeldías por y para todos y para que la vida de todos creciera en la luz»[19]. Pero era un universo alejado de la cultura, donde nadie sabía leer ni escribir, y apenas hablar un francés correcto. Un ambiente donde reinaba el silencio. Su madre tenía problemas de locución, su vocabulario se restringía a unas cuatrocientas palabras[20], y además era sorda. Como también lo era su tío, Étienne, sordomudo de nacimiento, tonelero de oficio, quien vivía con ellos junto a la abuela, bastante taciturna y autoritaria, que pegaba más que hablaba, según relata el propio Camus en su novela autobiográfica El primer hombre: «La abuela pasaba detrás de él, cogía el látigo llamado vergajo, que colgaba detrás de la puerta, y le daba tres o cuatro fustazos en las piernas y en las nalgas que le quemaban hasta hacerle gritar»[21]. Camus recuerda cómo su abuela —quien llevaba la voz cantante en la casa— le prohibía jugar al fútbol durante el recreo para evitar gastar la suela de los zapatos ya que el patio del colegio era de cemento:
Ella misma compraba para sus nietos unos duros y pesados zapatos cerrados que esperaba que fueran inmortales. De todas formas, para aumentar su conservación, mandaba a poner en las suelas unos enormes clavos cónicos que presentaban una doble ventaja: hacía falta gastarlos antes de gastar la suela y permitían verificar las infracciones a la prohibición de jugar[22].
La madre de Camus se había instalado en casa de la matriarca del clan nada más partir su marido a la guerra en 1914. Camus apenas tenía un año. Atrás quedaba una vida en el campo, en el pueblecito de Mondovit, donde su progenitor era obrero agrícola en una bodega de vinos. El padre es enviado al frente como otros muchos pieds-noirs para combatir en la batalla del Marne nada más desencadenarse la Primera Guerra Mundial. Un obús le estalla en la cabeza, le deja ciego y una semana más tarde, el 14 de octubre de 1914, fallece en el hospital de Saint-Brieuc.
Huérfano, nunca llegó a conocer a su padre. Una ausencia que le marcará para siempre y le dejó una herencia: el rechazo a la guerra, un pacifismo de por vida. El mensaje postmortem de su padre le había enseñado el significado de ser un hombre: «lo contrario a la barbarie»[23]. En su obra El hombre rebelde escribirá: «Un hombre sin ética es una bestia salvaje arrojada sobre el mundo»[24]. En su libro póstumo e inacabado El primer hombre, Camus rememora a su progenitor: «Cuando le movilizaron, mi padre nunca había visto Francia. La vio y lo mataron. Es lo que una humilde familia como la mía aportó a Francia»[25].
Muchos años más tarde Camus irá a visitar la tumba de su padre por expreso deseo de su madre, aunque ella «casi nunca hablaba del desaparecido». Allí, delante de la lápida de ese «muerto desconocido», leyó las fechas 1885-1914 e «hizo automáticamente el cálculo: veintinueve años». Camus tenía cuarenta.
El hombre enterrado bajo esa lápida, y que había sido su padre, era más joven que él. Y la ola de ternura y compasión que de golpe le llenó el corazón no era el movimiento del ánimo que lleva al hijo a recordar al padre desaparecido, sino la piedad conmovida que un hombre maduro siente ante el niño injustamente asesinado, algo había ahí que escapaba al orden natural y, a decir verdad, ni siquiera existía orden, sino sólo la locura y el caos del momento en que el hijo es más viejo que el padre[26].
Para la madre, Albert Camus se parecía físicamente a su padre[27], y decía de él que «había muerto en el campo de honor». Camus trata de imaginar «lo que podía haber sido un hombre que justamente le había dado esa vida para ir a morir poco después a una tierra desconocida, al otro lado de los mares»[28].
Con su mutismo trágico, la madre guarda en una cajita de bizcochos la cruz de guerra y la medalla militar de su marido, así como la esquirla del obús que le estalló en la cabeza. También guardaba algunas postales que le había mandado desde el frente, ya que el padre de Camus aprendió a leer y escribir siendo ya adulto. «En el orfanato no les enseñaban nada. La última postal: “Estoy herido. Nada grave. Tu marido”. Y murió al cabo de unos días», según narra Camus en El primer hombre. Y la enfermera escribió: «Es lo mejor. Hubiera quedado ciego o loco. Tenía mucho coraje»[29].
Camus intenta reconstruir su infancia, la vida de sus padres, ayuda a su madre a recobrar la memoria de lo que voluntariamente ha querido olvidar, en su vida de abnegación y silencio. Y apunta:
La memoria de los pobres está menos alimentada que la de los ricos, tiene menos puntos de referencia en el espacio, puesto que rara vez dejan el lugar donde viven, y también en el tiempo, con una vida uniforme y gris[30].
Su madre, Catherine Sintès, de ascendencia española, provenía de una familia de inmigrantes de Menorca. La abuela materna de Camus, María Catalina Cardona, había nacido en el pueblecito menorquín de Sant Lluís, y también se había quedado viuda muy joven, a cargo de nueve hijos. Emigró a Argelia como muchos otros españoles sin recursos[31], en su mayoría braceros y jornaleros —de las Islas Baleares pero también de la región de Alicante y de Andalucía—, que iban a trabajar en las tierras de los colonos franceses en busca de una vida mejor.
Criada por sus padres mahoneses en una pequeña finca del Sahel, se había casado muy joven con otro mahonés, delgado y frágil, cuyos hermanos se habían instalado en Argelia en 1848 después de la muerte trágica del abuelo paterno, poeta en su tiempo, que componía versos montado en una burra y recorriendo los caminos de la isla entre los muretes de piedra seca que separan los huertos[32].
Emigrantes e hijos de emigrantes[33], la historia de los Sintés y de los Camus. Analfabeta y sorda, su madre, Catherine Sintés, trabaja a destajo como mujer de la limpieza para sacar adelante al clan familiar. Una mujer bondadosa, sin conocimiento de la maldad, que vivía su destino con cierta resignación. La madre se convierte en el interlocutor de los escritos de Camus[34]: la pobreza, la miseria, el silencio, la sumisión. Y la describe así: «Dulce, cortés, conciliadora, incluso pasiva, y sin embargo jamás conquistada por nada ni por nadie, aislada en su semisordera, en su dificultad de lenguaje, bella seguramente pero casi inaccesible»[35].
Una madre omnipresente, imagen poderosa en la que se mirará toda la vida. En su nombre y en el de todos los oprimidos, tomará Camus partido. Pero siempre sin venganza ni resentimiento:
[…] cómo aguantaba ella sola la dura jornada de trabajo al servicio de los demás, los suelos limpiados de rodillas, la vida sin hombre y sin consuelo entre los restos engrasados y la ropa sucia de los otros, los largos días de faena acumulados en una existencia que, privada de esperanza, había perdido todo resentimiento, una vida ignorante, obstinada, resignada a todos los sufrimientos, tanto los suyos como los ajenos[36].
Por las mañanas Catherine limpia en una fábrica de municiones y por la tarde hace de asistenta por horas en casas y comercios. Una vida de criada, trabajando para los demás, llena de abnegación y dignidad, que les permite salir adelante no sin muchas dificultades. Una herencia que retoma el propio Albert Camus: «En cualquier caso», explica, «aquel hermoso calor que imperó en mi infancia me vedó cualquier resentimiento»[37].
De ella dirá Albert Camus: «Ante mi madre siento que pertenezco a un noble linaje: el que no envidia nada. Bastaron el silencio, la reserva, el orgullo natural y parco de aquella familia, que casi no sabía leer, para darme, a la sazón, las lecciones más elevadas, esas que duran siempre»[38]. Pero también subrayará más tarde Camus que la única aristocracia que reconoce es «la del trabajo y la inteligencia»[39]. De su madre aprenderá a desconfiar de los salones del poder. Cuando el 14 de julio de 1951 le invitan al Elíseo y se lo comenta a su madre ella, en vez de deslumbrarse por tal invitación, le responde: «Eso no es para nosotros. No vayas, hijo, no te fíes. Eso no es para nosotros»[40]. Y la cuestión queda zanjada. Camus nunca irá al Elíseo, al palacio de la República. Desconfía de los oropeles del poder.
Camus destacó por su precocidad en el colegio, en el liceo y después en el terreno literario. Comienza a escribir su primer libro El revés y el derecho siendo estudiante de Filosofía, en 1934, con apenas 21 años. La obra, que será rescatada en Francia veinte años más tarde por Gallimard, contiene ya la génesis en torno al misterio de la madre y el silencio. Camus se pasa toda la vida interpretando sus silencios, ese mutismo casi patológico. Numerosos especialistas[41]de Camus reconocen el impacto de su madre en su obra, hasta el punto de considerarlos indisociables: «símbolo del universo en su totalidad» o «aquella en la que todo está contenido».
Muchas de las claves de su niñez se encuentran en Le premier homme, la obra con la que arranca su última etapa «de vuelta a los orígenes», a la infancia, a la felicidad, al amor. En ella explica el motivo principal que le mueve: «En resumen, voy a hablar de aquellos a los que quis...

Inhaltsverzeichnis

  1. Portada
  2. Créditos
  3. Título y autor
  4. Dedicatoria
  5. Citas
  6. Prólogo
  7. Nota de intenciones
  8. Introducción
  9. Capítulo 1. Apunte biográfico
  10. Capítulo 2. Reportero en Argel
  11. Capítulo 3. La aventura periodística en Combat
  12. Capítulo 4. Hábil polemista
  13. Capítulo 5. Reflexiones sobre el periodismo
  14. Capítulo 6. Columnista en L’Express
  15. Capítulo 7. Periodismo y compromiso
  16. Anexos
  17. Cronología
  18. Referencias bibliográficas
  19. Agradecimientos
  20. Mecenas
  21. Contraportada
Zitierstile für Albert Camus, periodista

APA 6 Citation

Santos-Sainz, M. (2016). Albert Camus, periodista ([edition unavailable]). Editorial Libros.com. Retrieved from https://www.perlego.com/book/1916386/albert-camus-periodista-de-reportero-en-argel-a-editorialista-en-pars-pdf (Original work published 2016)

Chicago Citation

Santos-Sainz, María. (2016) 2016. Albert Camus, Periodista. [Edition unavailable]. Editorial Libros.com. https://www.perlego.com/book/1916386/albert-camus-periodista-de-reportero-en-argel-a-editorialista-en-pars-pdf.

Harvard Citation

Santos-Sainz, M. (2016) Albert Camus, periodista. [edition unavailable]. Editorial Libros.com. Available at: https://www.perlego.com/book/1916386/albert-camus-periodista-de-reportero-en-argel-a-editorialista-en-pars-pdf (Accessed: 15 October 2022).

MLA 7 Citation

Santos-Sainz, María. Albert Camus, Periodista. [edition unavailable]. Editorial Libros.com, 2016. Web. 15 Oct. 2022.