Curso de FilosofĂ­a del Derecho. Tomo II
eBook - ePub

Curso de FilosofĂ­a del Derecho. Tomo II

José Joaquín Ugarte Godoy

  1. 224 pages
  2. Spanish
  3. ePUB (adapté aux mobiles)
  4. Disponible sur iOS et Android
eBook - ePub

Curso de FilosofĂ­a del Derecho. Tomo II

José Joaquín Ugarte Godoy

DĂ©tails du livre
Aperçu du livre
Table des matiĂšres
Citations

À propos de ce livre

En este segundo tomo de su Curso de FilosofĂ­a del Derecho —destinado a la enseñanza universitaria—, el autor complementa la materia expuesta en el primer tomo con la teorĂ­a del Estado o sociedad civil, tratando de su condiciĂłn de sociedad natural; de su causa final, el bien comĂșn; de cĂłmo este tiene un carĂĄcter moral y objetivo, y debe ordenarse al fin Ășltimo natural y sobrenatural del hombre. Se refuta la tesis de la neutralidad moral del Estado y se estudia la doctrina positivista de su origen meramente contractual. Luego se trata de la autoridad y su legitimidad; la tiranĂ­a y el derecho de rebeliĂłn. Se ven tambiĂ©n las formas de gobierno, el carĂĄcter originario de la democracia, las relaciones entre el bien comĂșn y el bien particular, el orden internacional y las relaciones entre el Estado y la Iglesia. Al final de este libro se incluye un Ă­ndice onomĂĄstico comĂșn para ambos tomos.

Foire aux questions

Comment puis-je résilier mon abonnement ?
Il vous suffit de vous rendre dans la section compte dans paramĂštres et de cliquer sur « RĂ©silier l’abonnement ». C’est aussi simple que cela ! Une fois que vous aurez rĂ©siliĂ© votre abonnement, il restera actif pour le reste de la pĂ©riode pour laquelle vous avez payĂ©. DĂ©couvrez-en plus ici.
Puis-je / comment puis-je télécharger des livres ?
Pour le moment, tous nos livres en format ePub adaptĂ©s aux mobiles peuvent ĂȘtre tĂ©lĂ©chargĂ©s via l’application. La plupart de nos PDF sont Ă©galement disponibles en tĂ©lĂ©chargement et les autres seront tĂ©lĂ©chargeables trĂšs prochainement. DĂ©couvrez-en plus ici.
Quelle est la différence entre les formules tarifaires ?
Les deux abonnements vous donnent un accĂšs complet Ă  la bibliothĂšque et Ă  toutes les fonctionnalitĂ©s de Perlego. Les seules diffĂ©rences sont les tarifs ainsi que la pĂ©riode d’abonnement : avec l’abonnement annuel, vous Ă©conomiserez environ 30 % par rapport Ă  12 mois d’abonnement mensuel.
Qu’est-ce que Perlego ?
Nous sommes un service d’abonnement Ă  des ouvrages universitaires en ligne, oĂč vous pouvez accĂ©der Ă  toute une bibliothĂšque pour un prix infĂ©rieur Ă  celui d’un seul livre par mois. Avec plus d’un million de livres sur plus de 1 000 sujets, nous avons ce qu’il vous faut ! DĂ©couvrez-en plus ici.
Prenez-vous en charge la synthÚse vocale ?
Recherchez le symbole Écouter sur votre prochain livre pour voir si vous pouvez l’écouter. L’outil Écouter lit le texte Ă  haute voix pour vous, en surlignant le passage qui est en cours de lecture. Vous pouvez le mettre sur pause, l’accĂ©lĂ©rer ou le ralentir. DĂ©couvrez-en plus ici.
Est-ce que Curso de Filosofía del Derecho. Tomo II est un PDF/ePUB en ligne ?
Oui, vous pouvez accĂ©der Ă  Curso de FilosofĂ­a del Derecho. Tomo II par JosĂ© JoaquĂ­n Ugarte Godoy en format PDF et/ou ePUB ainsi qu’à d’autres livres populaires dans Diritto et Teoria e pratica del diritto. Nous disposons de plus d’un million d’ouvrages Ă  dĂ©couvrir dans notre catalogue.

Informations

Éditeur
Ediciones UC
Année
2020
ISBN
9789561425255

CapĂ­tulo DĂ©cimo Cuarto

La Sociedad Civil (I)

NOCIÓN - RÉGIMEN POR EL DERECHO NATURAL - CAUSA FINAL - CAUSA EFICIENTE

A) NociĂłn de la sociedad civil o Estado

a) La sociabilidad

1118.- Los seres humanos son todos complementarios entre sĂ­ porque todos ellos realizan la misma naturaleza esencial, pero limitadamente y cada cual con modalidades diferentes, en una versiĂłn distinta de la especie humana. Cada individuo es esencialmente limitado, y la perfecciĂłn de la especie tiende a darse en el conjunto de ellos. La complementaciĂłn es cuantitativa, porque entre muchos pueden hacer mĂĄs que uno solo, y cualitativa, porque unos pueden realizar cosas para las que otros carecen de habilidad, o pueden hacer una cosa mejor que otros.
Así los hombres estån todos ordenados no a su propio bien, sino que también, accidentalmente, al de los demås.
Esta ordenaciĂłn de cada ser humano a los restantes se llama sociabilidad y se funda, en definitiva, en la estructura hilemĂłrfica: la forma substancial otorga a los individuos las perfecciones de la especie, las que son limitadas en cada uno por la materia prima y las disposiciones con que ella recibe la forma.1
1119.- Dante2 funda la sociabilidad en el hecho de que el intelecto posible no puede ser actualizado completamente por una sola persona, requiriéndose para esta actualización, que viene a ser la adquisición de la ciencia por la especulación, del concurso de todo el género humano. Es decir, el conocimiento intelectual, que es lo distintivo del hombre, lo específicamente humano, no puede llevarse a plenitud sino por la cooperación de todos:
“Existe, pues —dice el poeta y filĂłsofo—, una operaciĂłn propia de la comunidad humana, a la cual la totalidad tan numerosa de los hombres estĂĄ ordenada. OperaciĂłn que ni un hombre solo, ni una sola casa, ni una sola aldea, ni una sola ciudad, ni un solo reino particular puede realizar. Para determinar la entidad de esta operaciĂłn es requisito previo necesario descubrir en quĂ© consiste la perfecciĂłn suprema de la humanidad entera”.
“
 es evidente que la perfecciĂłn suprema de la humanidad es la facultad o virtud intelectual. Y como esta potencia no puede ser actualizada total e instantĂĄneamente por un hombre ni por ninguna de las comunidades mĂĄs arriba señaladas, es necesario que haya en el gĂ©nero humano una multitud por cuyo medio toda esa potencia sea actuada, asĂ­ como es necesaria tambiĂ©n la multitud de las cosas que se generan para que toda la potencia de la materia prima estĂ© siempre realizada; de otro modo tendrĂ­amos una potencia separada, lo cual es imposible. Y con esta sentencia concuerda Averroes en su comentario sobre los libros “Del Alma”. La potencia intelectual a la cual me refiero, no solo tiende a las formas universales o especies, sino tambiĂ©n, por cierta extensiĂłn, a las particulares; por eso suele decirse que el entendimiento especulativo, por extensiĂłn, se hace entendimiento prĂĄctico, cuyo fin es actuar y hacer. Lo cual se refiere a las cosas agibles, reguladas por la prudencia polĂ­tica, y a las cosas factibles, regidas por el arte, todas las cuales se ponen al servicio de la especulaciĂłn, bien supremo para el cual la Primera Bondad ha creado la totalidad del gĂ©nero humano
”.
“Queda suficientemente declarado que la labor propia del gĂ©nero humano, considerado en su totalidad, es actuar siempre la potencia del entendimiento posible; en primer lugar, para especular, y en segundo lugar y por extensiĂłn, para obrar en orden a la especulaciĂłn”.3
AristĂłteles ve manifestada particularmente la sociabilidad en el lenguaje, que es propio del hombre y que no tienen los demĂĄs animales:
“La razĂłn por la cual el hombre es un ser social, mĂĄs que cualquier abeja y que cualquier animal gregario, es evidente: la naturaleza, como decimos, no hace nada en vano, y el hombre es el Ășnico animal que tiene palabra. Pues la voz es signo del dolor y del placer, y por eso la poseen tambiĂ©n los demĂĄs animales, porque su naturaleza llega hasta tener sensaciĂłn de dolor y de placer, e indicĂĄrsela unos a otros. Pero la palabra es para manifestar lo conveniente y lo perjudicial, asĂ­ como lo justo y lo injusto. Y esto es lo propio del hombre frente a los demĂĄs animales: poseer, Ă©l solo, el sentido del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, y de los demĂĄs valores y la participaciĂłn comunitaria de estas cosas constituye la casa y la ciudad”.4
Santo TomĂĄs de Aquino dice que el hombre es animal social y polĂ­tico mĂĄs que todos los otros animales, porque “a ellos la naturaleza les preparĂł el mantenimiento, el vestido de sus pelos, la defensa de los dientes, cuernos y uñas, o a lo menos la velocidad para huir, y el hombre, empero, no recibiĂł de la naturaleza ninguna de estas cosas, mas en su lugar fuele dada la razĂłn, para que mediante ella, con el trabajo de sus manos, lo pudiese buscar todo; a lo cual un hombre solo no basta
”; porque a los demĂĄs animales les dio la naturaleza instinto para saber lo que les es nocivo —y asĂ­ la oveja huye del lobo—, y lo que les es Ăștil —y asĂ­ hay animales que conocen hierbas medicinales—, mas el hombre, para conocer lo necesario para la vida, tiene la razĂłn que le da un conocimiento general, sin que sea posible que un hombre solo alcance por su razĂłn todas las cosas, por lo cual unos deben ocuparse en inventar unas y otros, otras. Por Ășltimo, alega Santo TomĂĄs el hecho de que el hombre tiene lenguaje, con el que puede explicar sus conceptos totalmente.5
A estas razones agrega Zigliara la del amor natural del hombre por sus semejantes, que lleva a que “los hombres junto con encontrarse contraigan relaciones, las necesarias de deberes y derechos en las que consiste la sociabilidad”, de modo que es imposible, ya física, ya moralmente, que un hombre que viva en la tierra no se halle en la necesidad natural de convivir con otros hombres.6

b) Sociedades naturales o necesarias a que da lugar la sociabilidad; el Estado o Sociedad Civil

1120.- La sociabilidad o tendencia asociativa se manifiesta en dos sociedades que la misma naturaleza instituye, y que por eso se llaman necesarias o naturales, que son la familia y la sociedad civil o Estado, y se manifiesta tambiĂ©n en mĂșltiples sociedades voluntarias, que los hombres crean segĂșn sus necesidades, y que pueden o no formar o integrar, como un club deportivo o filatĂ©lico, o una sociedad cientĂ­fica o literaria. Sociedad natural es ante todo la familia, la sociedad primera y mĂĄs necesaria porque sirve a la reproducciĂłn del gĂ©nero humano, a la amistad y mutua ayuda del hombre con la mujer en todas las cosas de la vida, y a la amistad paterno filial, y crianza y educaciĂłn y asistencia de los hijos. La familia es una sociedad natural o necesaria.
Pero no basta la familia —ni esa cierta prolongaciĂłn de la familia que es la aldea, vecindario o comuna— para la satisfacciĂłn de todas las necesidades humanas que el hombre no puede remediar por sĂ­ solo o con la cooperaciĂłn voluntaria, ocasional o estable, de algunas otras personas. La sociabilidad requiere, para su cabal realizaciĂłn, de una sociedad cuyo objeto sea, en general, procurar a los hombres aquella suficiencia de medios para la vida en orden al fin Ășltimo, que no es dable obtener a los individuos por sĂ­ solos, o en asociaciones parciales voluntarias o mediante la familia, la cual no puede dar a sus miembros todo lo que necesiten para una vida buena ni puede brindarles la conveniente protecciĂłn. Tal es la llamada sociedad civil: la ciudad —civitas o polis— del mundo clĂĄsico antiguo y el Estado de tiempos posteriores. Ahora podemos hablar indistintamente de la sociedad civil o del Estado, que los constitucionalistas suelen definir como “la naciĂłn polĂ­ticamente organizada dentro de un territorio determinado”.
La sociedad civil es una sociedad necesaria o natural, por cuanto poniendo la naturaleza a todo hombre en la necesidad ineludible y en el deber de unirse a otros para el logro del pleno desenvolvimiento y bien suyo y de los demás en este mundo, nadie puede dejar de pertenecer a una sociedad civil o Estado. “Toda ciudad es por naturaleza —expresa Aristóteles—
 De todo esto es evidente que la ciudad es una de las cosas naturales, y que el hombre es por naturaleza un animal social”.7
1121.- Que el Estado sea sociedad natural significa que, de alguna manera, ha existido desde que existe el gĂ©nero humano, aunque sea con otras dimensiones u otra organizaciĂłn que las que despuĂ©s llegĂł a tener, como Estado propiamente tal o sociedad autosuficiente, en la polis, en el reino o en la for-ma moderna del Estado. La familia de AdĂĄn y Eva —pensamos— coincidiĂł, pues, con el primer Estado, en cuanto en ella tenĂ­an que existir, de algĂșn modo, potestades gubernativas que exceden de la naturaleza de la sociedad domĂ©stica, como la de juzgar e imponer penas, por ejemplo. “El Estado —dice Messner— es una parte de la naturaleza del hombre, y el orden estatal una exigencia de su ley natural”.8
De lo dicho hasta aquí, se desprende que cabe hablar de “Estado” en dos sentidos: el de una sociedad que tiene la autoridad suficiente para imponer y mantener el orden en la vida de relación de sus miembros, y es autobastante o perfecta sociedad en cuanto a esto, y el de una sociedad en que efectivamente se da la suficiencia en cuanto a los intercambios y al auxilio recíproco en orden a la vida plenamente humana.
La familia, antes de pertenecer a un Estado, dice Pufendorf, se par...

Table des matiĂšres

  1. Portada
  2. Anteportada
  3. PĂĄgina de derechos de autor
  4. Pagina del titulo
  5. CONTENIDO
  6. CAPÍTULO DÉCIMO CUARTO. LA SOCIEDAD CIVIL (I)
  7. CAPÍTULO DÉCIMO QUINTO. LA SOCIEDAD CIVIL (II)
  8. CAPÍTULO DÉCIMO SEXTO. LA SOCIEDAD CIVIL (III)
  9. CAPÍTULO DÉCIMO SÉPTIMO. LA SOCIEDAD CIVIL (IV)
  10. BIBLIOGRAFÍA
  11. ÍNDICE DE NOTAS BIOGRÁFICAS
  12. ÍNDICE ANALÍTICO ALFABÉTICO DE MATERIAS
  13. ÍNDICE ONOMÁSTICO
Normes de citation pour Curso de FilosofĂ­a del Derecho. Tomo II

APA 6 Citation

Godoy, J. J. U. (2020). Curso de FilosofĂ­a del Derecho. Tomo II ([edition unavailable]). Ediciones UC. Retrieved from https://www.perlego.com/book/1870395/curso-de-filosofa-del-derecho-tomo-ii-pdf (Original work published 2020)

Chicago Citation

Godoy, José Joaquín Ugarte. (2020) 2020. Curso de Filosofía Del Derecho. Tomo II. [Edition unavailable]. Ediciones UC. https://www.perlego.com/book/1870395/curso-de-filosofa-del-derecho-tomo-ii-pdf.

Harvard Citation

Godoy, J. J. U. (2020) Curso de FilosofĂ­a del Derecho. Tomo II. [edition unavailable]. Ediciones UC. Available at: https://www.perlego.com/book/1870395/curso-de-filosofa-del-derecho-tomo-ii-pdf (Accessed: 15 October 2022).

MLA 7 Citation

Godoy, José Joaquín Ugarte. Curso de Filosofía Del Derecho. Tomo II. [edition unavailable]. Ediciones UC, 2020. Web. 15 Oct. 2022.