![RaĂșl Zurita](https://img.perlego.com/book-covers/3287337/9789563034288_300_450.webp)
eBook - ePub
RaĂșl Zurita
En breve
RaĂșl Zurita, HĂ©ctor HernĂĄndez
This is a test
- Spanish
- ePUB (adapté aux mobiles)
- Disponible sur iOS et Android
eBook - ePub
RaĂșl Zurita
En breve
RaĂșl Zurita, HĂ©ctor HernĂĄndez
DĂ©tails du livre
Aperçu du livre
Table des matiĂšres
Citations
Ă propos de ce livre
Nuestra serie PoesĂa en breve, a estas alturas clĂĄsicas de Editorial USACH, ofrece una acotada pero significativa muestra del trabajo de las y los poetas mĂĄs relevantes de la literatura chilena. La selecciĂłn ha sido realizada por escritoras y escritores que conocen ampliamente las obras de quienes conforman esta colecciĂłn. Se trata de un acercamiento y, por sobre todo, de una invitaciĂłn a profundizar el estudio de una tradiciĂłn poĂ©tica tan importante como la nuestra.
Foire aux questions
Comment puis-je résilier mon abonnement ?
Il vous suffit de vous rendre dans la section compte dans paramĂštres et de cliquer sur « RĂ©silier lâabonnement ». Câest aussi simple que cela ! Une fois que vous aurez rĂ©siliĂ© votre abonnement, il restera actif pour le reste de la pĂ©riode pour laquelle vous avez payĂ©. DĂ©couvrez-en plus ici.
Puis-je / comment puis-je télécharger des livres ?
Pour le moment, tous nos livres en format ePub adaptĂ©s aux mobiles peuvent ĂȘtre tĂ©lĂ©chargĂ©s via lâapplication. La plupart de nos PDF sont Ă©galement disponibles en tĂ©lĂ©chargement et les autres seront tĂ©lĂ©chargeables trĂšs prochainement. DĂ©couvrez-en plus ici.
Quelle est la différence entre les formules tarifaires ?
Les deux abonnements vous donnent un accĂšs complet Ă la bibliothĂšque et Ă toutes les fonctionnalitĂ©s de Perlego. Les seules diffĂ©rences sont les tarifs ainsi que la pĂ©riode dâabonnement : avec lâabonnement annuel, vous Ă©conomiserez environ 30 % par rapport Ă 12 mois dâabonnement mensuel.
Quâest-ce que Perlego ?
Nous sommes un service dâabonnement Ă des ouvrages universitaires en ligne, oĂč vous pouvez accĂ©der Ă toute une bibliothĂšque pour un prix infĂ©rieur Ă celui dâun seul livre par mois. Avec plus dâun million de livres sur plus de 1 000 sujets, nous avons ce quâil vous faut ! DĂ©couvrez-en plus ici.
Prenez-vous en charge la synthÚse vocale ?
Recherchez le symbole Ăcouter sur votre prochain livre pour voir si vous pouvez lâĂ©couter. Lâoutil Ăcouter lit le texte Ă haute voix pour vous, en surlignant le passage qui est en cours de lecture. Vous pouvez le mettre sur pause, lâaccĂ©lĂ©rer ou le ralentir. DĂ©couvrez-en plus ici.
Est-ce que RaĂșl Zurita est un PDF/ePUB en ligne ?
Oui, vous pouvez accĂ©der Ă RaĂșl Zurita par RaĂșl Zurita, HĂ©ctor HernĂĄndez en format PDF et/ou ePUB ainsi quâĂ dâautres livres populaires dans LittĂ©rature et PoĂ©sie. Nous disposons de plus dâun million dâouvrages Ă dĂ©couvrir dans notre catalogue.
Informations
Sujet
LittératureSous-sujet
PoésieZurita
1
Ligeramente curva, la gigantesca superficie recordaba la
de un planeta fotografiado poco antes de que la sonda se
posara sobre Ă©l, mientras que arriba la oscuridad azulosa
se abrĂa mostrando efectivamente la noche estelar. SĂ© que
desde esa imagen han pasado millones de años y sé que en
el sueño me llamo Paul. Nacà en Quincy, Illinois, el 23 de
febrero de 1915, y esta mañana, al ir a buscar el diario que
me dejan todos los dĂas en el antejardĂn, vi que el nĂșmero
de mi casa estaba cambiado. Me sorprendiĂł que fuera
invierno en pleno agosto, pero he tenido una mala racha
asà que lo dejé pasar, al igual que los dos sobres que
estaban bajo la puerta. Tampoco me detuve en el enorme
titular del diario y lo abrĂ sin mĂĄs en la secciĂłn donde
vienen los empleos. A la media pĂĄgina caĂ en cuenta de
que todo el diario estaba en español. No recuerdo haber
aprendido mås que tres o cuatro frases de español en toda
mi vida: âÂżSeñorita, estĂĄ usted bien?â, âbonito dĂaâ, âen
MĂ©xico somos muy querendonesâ, pero ahora lo leĂa con
total fluidez como si esa hubiera sido mi lengua desde
siempre. MirĂ© entonces los sobres, ambos venĂan dirigidos
a mĂ, pero el nombre de la calle era otra: Los Españoles, y
el nĂșmero 1974 era el mismo que vi en el dintel de la
puerta. Vuelvo al titular y me estremezco. Al salir siento
la rĂĄfaga del granizo y luego mi propio jadeo mientras
corro con desesperaciĂłn buscando el primer puesto de
diarios. Doy con Ă©l. La inmensa superficie azulosa se
inclina de golpe viniéndose encima como cuando un
bombardero se deja caer de lado y un segundo después la
nube se elevaba creciendo vertiginosamente hasta tomar
la forma que describen todos los periódicos de la mañana.
P le digo entonces despertĂĄndola, mira lo que he hecho.
de un planeta fotografiado poco antes de que la sonda se
posara sobre Ă©l, mientras que arriba la oscuridad azulosa
se abrĂa mostrando efectivamente la noche estelar. SĂ© que
desde esa imagen han pasado millones de años y sé que en
el sueño me llamo Paul. Nacà en Quincy, Illinois, el 23 de
febrero de 1915, y esta mañana, al ir a buscar el diario que
me dejan todos los dĂas en el antejardĂn, vi que el nĂșmero
de mi casa estaba cambiado. Me sorprendiĂł que fuera
invierno en pleno agosto, pero he tenido una mala racha
asà que lo dejé pasar, al igual que los dos sobres que
estaban bajo la puerta. Tampoco me detuve en el enorme
titular del diario y lo abrĂ sin mĂĄs en la secciĂłn donde
vienen los empleos. A la media pĂĄgina caĂ en cuenta de
que todo el diario estaba en español. No recuerdo haber
aprendido mås que tres o cuatro frases de español en toda
mi vida: âÂżSeñorita, estĂĄ usted bien?â, âbonito dĂaâ, âen
MĂ©xico somos muy querendonesâ, pero ahora lo leĂa con
total fluidez como si esa hubiera sido mi lengua desde
siempre. MirĂ© entonces los sobres, ambos venĂan dirigidos
a mĂ, pero el nombre de la calle era otra: Los Españoles, y
el nĂșmero 1974 era el mismo que vi en el dintel de la
puerta. Vuelvo al titular y me estremezco. Al salir siento
la rĂĄfaga del granizo y luego mi propio jadeo mientras
corro con desesperaciĂłn buscando el primer puesto de
diarios. Doy con Ă©l. La inmensa superficie azulosa se
inclina de golpe viniéndose encima como cuando un
bombardero se deja caer de lado y un segundo después la
nube se elevaba creciendo vertiginosamente hasta tomar
la forma que describen todos los periódicos de la mañana.
P le digo entonces despertĂĄndola, mira lo que he hecho.
2
NevĂł toda la noche y las clases estĂĄn suspendidas. Lo supe
al llegar, las puertas del liceo estaban cerradas y me crucé
con varios compañeros que se perseguĂan unos a otros
tirĂĄndose bolas de nieve como en una fiesta. Es muy raro
una nevazĂłn en Santiago y al salir de mi casa la blancura
de la calle emergiĂł con una claridad deslumbrante, casi
enceguecedora. Mientras corro con mis amigos veo al
fondo las montañas y luego, como si flotara sobre ella, la
imagen de una ciudad completamente arrasada. La calle es
la misma, salvo que pareciera que alguien la hubiera
destripado. Nadie se ha dado cuenta, pero las bolas de
nieve que nos lanzamos se han convertido en piedras y
cuando el primero cae apuro el regreso hacia mi casa.
Avanzo cruzĂĄndome con grupos cada vez mĂĄs numerosos
que caminan en direcciĂłn contraria a la mĂa. Al principio
unos pocos, al rato millares. Todos marchan como
sonĂĄmbulos, con horribles quemaduras y los labios
derretidos, pidiendo agua entre montañas de cenizas y
cadĂĄveres. Corro con frenesĂ, sorteĂĄndolos y finalmente
llego. ¿Una eternidad, un segundo, millones de años?
Salvo mi casa, todo lo demĂĄs es un interminable desierto
de restos aplanados, como si les hubiesen pasado un
rastrillo, y lo que habĂa sido una calle es ahora apenas un
surco en medio de la planicie infinita. Abro la puerta y
entro. Mi madre estĂĄ frente al tocador arreglĂĄndose para
salir y mi abuela me saluda sonriendo. Me pregunta que
cĂłmo estuvo el colegio. Siento en mis ojos el flujo
inmemorial de las lĂĄgrimas y lloro con frĂo abrazĂĄndola.
al llegar, las puertas del liceo estaban cerradas y me crucé
con varios compañeros que se perseguĂan unos a otros
tirĂĄndose bolas de nieve como en una fiesta. Es muy raro
una nevazĂłn en Santiago y al salir de mi casa la blancura
de la calle emergiĂł con una claridad deslumbrante, casi
enceguecedora. Mientras corro con mis amigos veo al
fondo las montañas y luego, como si flotara sobre ella, la
imagen de una ciudad completamente arrasada. La calle es
la misma, salvo que pareciera que alguien la hubiera
destripado. Nadie se ha dado cuenta, pero las bolas de
nieve que nos lanzamos se han convertido en piedras y
cuando el primero cae apuro el regreso hacia mi casa.
Avanzo cruzĂĄndome con grupos cada vez mĂĄs numerosos
que caminan en direcciĂłn contraria a la mĂa. Al principio
unos pocos, al rato millares. Todos marchan como
sonĂĄmbulos, con horribles quemaduras y los labios
derretidos, pidiendo agua entre montañas de cenizas y
cadĂĄveres. Corro con frenesĂ, sorteĂĄndolos y finalmente
llego. ¿Una eternidad, un segundo, millones de años?
Salvo mi casa, todo lo demĂĄs es un interminable desierto
de restos aplanados, como si les hubiesen pasado un
rastrillo, y lo que habĂa sido una calle es ahora apenas un
surco en medio de la planicie infinita. Abro la puerta y
entro. Mi madre estĂĄ frente al tocador arreglĂĄndose para
salir y mi abuela me saluda sonriendo. Me pregunta que
cĂłmo estuvo el colegio. Siento en mis ojos el flujo
inmemorial de las lĂĄgrimas y lloro con frĂo abrazĂĄndola.
3
La enorme cĂșpula de concreto y vidrio se alza sobre la
torre del edificio de exposiciones y la modernidad de su
forma contrasta con el enjambre de pequeñas casas de
madera que rodean la explanada y se extienden desde las
orillas del océano hasta los confines de la ciudad. Al
frente del edificio se recorta el puente Aioi, formado por
dos plataformas ...
torre del edificio de exposiciones y la modernidad de su
forma contrasta con el enjambre de pequeñas casas de
madera que rodean la explanada y se extienden desde las
orillas del océano hasta los confines de la ciudad. Al
frente del edificio se recorta el puente Aioi, formado por
dos plataformas ...
Table des matiĂšres
- Portada
- Portadilla
- Créditos
- Aprontes de una Poética
- La Vida Nueva (versiĂłn final)
- Zurita
- Purgatorio
- AnteparaĂso
- Back
Normes de citation pour RaĂșl Zurita
APA 6 Citation
Zurita, R. (2022). RaĂșl Zurita ([edition unavailable]). Editorial Universidad de Santiago. Retrieved from https://www.perlego.com/book/3287337/ral-zurita-en-breve-pdf (Original work published 2022)
Chicago Citation
Zurita, RaĂșl. (2022) 2022. RaĂșl Zurita. [Edition unavailable]. Editorial Universidad de Santiago. https://www.perlego.com/book/3287337/ral-zurita-en-breve-pdf.
Harvard Citation
Zurita, R. (2022) RaĂșl Zurita. [edition unavailable]. Editorial Universidad de Santiago. Available at: https://www.perlego.com/book/3287337/ral-zurita-en-breve-pdf (Accessed: 15 October 2022).
MLA 7 Citation
Zurita, RaĂșl. RaĂșl Zurita. [edition unavailable]. Editorial Universidad de Santiago, 2022. Web. 15 Oct. 2022.