La inteligencia migratoria
Manual para inmigrantes en dificultades
Joseba Achotegui
- 176 pages
- Spanish
- ePUB (mobile friendly)
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La inteligencia migratoria
Manual para inmigrantes en dificultades
Joseba Achotegui
About This Book
He aquí una serie de estrategias emocionales, físicas y sociales para resistir y salir adelante en los contextos difíciles que viven los inmigrantes el día de hoy. Un mundo en el que los muros y las barreras que afectan a los inmigrantes y sus familias son cada vez más altos y más peligrosos de cruzar.Este libro ofrece una valiosa ayuda ante las situaciones de miedo, soledad e indefensión en respuesta a ese sufrimiento, al que hace unos años el autor denominó "Síndrome de Ulises" –en recuerdo del héroe griego que padeció también lo indecible lejos de sus seres queridos–. El libro plantea, de la misma manera, consejos que le van a resultar de gran utilidad a las personas inmigrantes, desplazadas y refugiadas para que puedan remontar, superar las adversidades y desarrollar una actitud resiliente."
Frequently asked questions
Information
- • Al ser amable con alguien no hay que decirle sólo qué nos ha gustado o nos parece bien, sino explicar también el por qué.
- • Si alguien es amable con nosotros, hay que aceptarlo y agradecerlo explícitamente. Por ejemplo, cuando el inmigrante pregunta sobre muchas cosas que desconoce del país de acogida y se le dan información y consejos, el reconocimiento mejora la relación y la vinculación con los otros.
- • Cuando nos presentan a otra persona, debemos repetir su nombre en voz alta para asegurarnos de que lo hemos oído bien. Si el nombre es raro o difícil, es buena idea preguntar, por ejemplo, por su procedencia para poder recordarlo mejor. (Los nombres son difíciles de recordar, y los de otros países aún más, porque no son objetos sólidos que podamos imaginar mentalmente).
- • Como los nombres de las personas es uno de los aspectos que más varían entre culturas, hablar de cómo se pronuncia el nombre, su significado, a qué suena, etcétera, permite desarrollar un diálogo personal y emotivo, y muestra un interés a la otra persona por tener una buena relación.
- • Para entablar conversación, suele ser útil hablar de la situación que se comparte (por ejemplo, el retraso del tren u otro problema) o de la otra persona.
- • Es recomendable practicar la escucha activa, es decir, parafrasear lo que el otro ha dicho con otras palabras.
- • Se debe dejar que la otra persona acabe de expresar lo que quiere decir sin interrumpirle.
- • No es conveniente ponerse a explicar cosas de uno mismo a no ser que el otro nos pregunte. Hay que procurar buscar temas de conversación que interesen a la otra persona.
- • Hay que procurar no hacer preguntas con finales cerrados que den lugar a que la conversación finalice. Es preferible utilizar cómo, por qué… que dan lugar a respuestas amplias que favorecen seguir la conversación.
- • Al dirigirse a otra persona, se debe utilizar su nombre de pila (nuestro nombre es la palabra más hermosa para cada uno de nosotros).
- • El espacio personal. Por ejemplo, las culturas orientales guardan más las distancias. Se ha señalado que este hecho puede estar relacionado con sociedades con superpoblación (McNeil, 1999).
- • La mímica. Adquiere distintos grados que irían desde la hipermímica de los latinos hasta la hipomímica de los nativos americanos.
- • La mirada. La mayoría de las culturas, salvo la latina y la árabe, restringen el contacto visual directo; esto podría ser malinterpretado como paranoia, fobia social, etcétera.
Consejos para tímidos Antes de entrar en materia, es importante decir que ser tímido no es ninguna enfermedad. Es más, hasta no hace mucho tiempo se asociaba incluso a una virtud o una cualidad (por la actitud de respeto no invasiva), pero, en la sociedad narcisista y exhibicionista de hoy, ha pasado a ser asociada a la enfermedad mental y se considera una fobia social. En cualquier caso, en un contexto como el migratorio en el que es importante buscar relaciones y aumentar el «capital social», es bueno ser más abierto. Por ello, es aconsejable acercarse a los demás con actitud amable y sonriente. Paradójicamente, las personas tímidas —como son muy conscientes de sus limitaciones, y poco prepotentes y narcisistas, lo cual obviamente en sí mismo no es malo— temen no ser valoradas por los otros, no ser aceptadas, y se protegen de su posible rechazo mostrándose más serios, menos sonrientes, distantes. Esta actitud puede dar lugar a un círculo vicioso porque los otros pueden pensar que son secos, poco amistosos u hostiles. Así pues, es conveniente no mostrar un semblante serio, hosco, que trasmite el mensaje de que no nos agrada el otro, de tensión. Sonreír de modo sincero favorece la comunicación, transmite el mensaje de «estoy contento de verte y te acepto». Cuando alguien sonríe, transmite intenciones amigables. |